Hablando de cuestiones remanidas, cuesta entender el sentido de Gozdilla 2-El rey de los monstruos. Un regreso sobrecargado de CGI, sobre el monstruo de origen japonés, en una película tan de fórmula que da risa. Cruce de drama familiar, reduccionismo científico y cine catástrofe, del reiterativo y sin ideas. Que encuentra ahora a los científicos, un grupo estereotipado que cumple con todos los cupos de diversidad y corrección política, enfrentando no a una, sino a unas cuantas bestias gigantes.