Renacer de los titanes
Fueron muchas las vidas que se perdieron durante el enfrentamiento entre Godzilla y los dos M.U.T.O.s al final de laprimera entrega, pero fue una en especial la que devastó a la familia Russell, un matrimonio de científicos empleados por la organización secreta Monarca.
Tras la muerte de su hijo menor durante la destrucción de la ciudad, Mark (Kyle Chandler) renunció y se alejó de su familia, pero Emma (Vera Farmiga) continuó perfeccionando un prototipo que permitiera comunicarse con los Titanes o incluso dominarlos.
Cinco años después y con Monarca habiendo dejado la clandestinidad, está preparada para probarlo con la criatura que tienen bajo custodia en una base de China, bautizada Mothrapor los científicos que la estudian. Con un sentido de la oportunidad único, pasan apenas minutos desde que el experimento es exitoso y la base secreta es asaltada por un grupo comando de ecoterroristas que se llevan a Emma junto a su hija, dejando un tendal de cadáveres y una criatura gigantesca a su suerte.
Como tiene que ser en estas películas, su ex esposo es el único capaz de rastrear la señal del prototipo robado. Monarca vuelve a reclutarlo para que participe de la misión de rescate, temiendo que planean financiar su organización robando alguna de las criaturas que hibernan en las distintas bases secretas desparramadas por todo el planeta.
Sus sospechas resultan acertadas, y un monstruo terrible es liberado en la Antártida sin que puedan hacer nada por contenerlo… más que observar cómo Godzilla emerge del mar para hacerle frente en otro capítulo de una milenaria rivalidad.
Godzilla 2: Elefante en un bazar
Siguiendo la línea de inspirarse principalmente en la versión japonesa antes que en la olvidable remake occidental de 1998, el titán protagonista de Godzilla 2: El Rey de los Monstruos está más cerca de ser una fuerza de la naturaleza que un villano que tiene a la humanidad como enemiga. Pero al mismo tiempo escucharon las críticas de la primera parte, y por más que hay algo de drama humano en el medio, la presencia de los titanes es mucho más frecuente y variada: y eso es lo que realmente queremos ver en una película de estas.
Pedirle otra cosa que monstruos gigantes peleando y destruyendo todo a su paso es un absurdo, por lo que resulta fundamental verla con esos ojos para disfrutar de lo que propone.
La trama es simple y funcional, lo suficiente como para disparar el conflicto mayor y llevar a encontrar una solución. Pero tanto los diálogos como las actuaciones son olvidables, por más de que pongan a la piba de moda (Millie Bobby Brown) para que figure en el poster. La mayoría de los personajes ni siquiera necesitan tener nombre, y algunas frases hasta pueden dar algo de vergüenza ajena, aunque también se sienten intencionalmente ridículas como parte de un chiste donde un lagarto gigante es capaz de pararse en pose de superhéroe o aparecer en el momento exacto para que sea más épico.
Todo lo visual está diseñado para aprovechar el 3D en las escenas de acción, logrando que por más que sea de noche o estén en el medio de una tormenta, todo se vea y entienda más allá del caos de escombros. Algo fundamental para divertirse con los combates sin tener que andar adivinando quién está haciendo qué cosa. Si, lo digo por vos Michael.