Cuando una película es tan decepcionante como Godzilla Rey de los monstruos, las ganas de contar la historia del personaje, desde su nacimiento en 1954 hasta acá resulta tal vez un poco inútil. Ya en 1998 el cine norteamericano había demostrado como arruinar un personaje con su horrible Godzilla. No es esta una película tan horrible como aquella, pero queda muy lejos de las dos buenas predecesoras en este reboot del más querido monstruo japonés. Godzilla (2014) y Kong: La isla Calavera (2017) eran pura aventura y fantasía, dos grandes películas. Pero acá en esta secuela de este nuevo universo de monstruos pierde la aventura, pierde el humor, pierde los buenos personajes y se convierte en una muy complicada película para seguir con interés.
La película prometía dos puntos a tener en cuenta previo a su estreno. A continuación un spoiler de personajes, no de trama. La presencia de varios monstruos y no solo Godzilla. Mothra, Rodan y King Ghidora en todo su esplendor, con sofisticados y modernos efectos especiales que impactan pero a la vez nos hacen extrañar a los clásicos monstruos. No podemos pretender que se sigan haciendo las películas como hace sesenta años, pero sí tal vez que la historia tenga el tono definitivo y complejo del clásico de 1954.
Si dejamos de lado a los monstruos no hay mucho más. La protagonista de la película toma decisiones tan terribles en los primeros minutos que cuesta mucho creerle o tomarla en serio. ¿O será acaso una crítica a quienes valoran más la vida de los animales que la de los seres humanos? No creo que haya tanto hilado fino acá. Simplemente los personajes no sirven. La excepción es el gran Ken Watanabe en el papel del Dr Serizawa, clara referencia, en todo sentido, al gran personaje de la película de 1954.
Para los fanáticos de Stranger Things la buena noticia es que la primera actuación de Millie Bobby Brown en cine está a la altura de su bien adquirida fama. Es una pena que la película no esté a la altura, pero igual vale la pena destacar que su paso de la pantalla chica a la grande la encuentra en el mismo lugar de carisma y talento. Ella y los pocos minutos de peleas entre los monstruos son lo que se puede tomar como positivo en esta película.
El siguiente paso de este grupo de películas conocidas como MonsterVerse es Godzilla vs Kong, seguramente tomará un camino diferente a King Kong vs. Godzilla (Kingu Kongu tai Gojira, 1962) de la misma forma que ocurre aquí entre Godzilla 2 y Ghidorah, the Three-Headed Monster (San daikaijû: Chikyû saidai no kessen, 1964). No les deben ninguna lealtad a los clásicos en los que se inspiran, pero tampoco son demasiado fieles al propio proyecto actual que arrancó bien pero que ya parece ir cuesta abajo.