Hubo años de calma desde que Godzilla se coronó Rey de los Monstruos, sometiendo y exterminando a todos los otros kaiju que se cruzaron en su camino. Solo uno de ellos permanece fuera de su vista, oculto y vigilado de cerca por Monarca desde que la Isla Calavera fue descubierta décadas atrás.
A falta de rivales, el lagarto nuclear lleva un tiempo retirado pero saben que en cuanto detecte la presencia de un competidor volverá al ataque. Eso es tan seguro como que el gorila no se va a dejar amedrentar y hará honor a la ancestral rivalidad entre especies, desatando la esperada pelea Godzilla vs Kong en cuanto se enteren de la existencia del otro.
Pero la reputación de protector de la humanidad de Godzilla se desvanece cuando sorpresivamente aparece en Miami para pisotear los laboratorios de Apex Cybernetics. Se trata de una empresa dedicada a desarrollar la tecnología más avanzada de la época y a investigar el origen de los titanes, específicamente la teoría de la Tierra Hueca, donde se asume que han tenido su origen y donde esperan encontrar una fuente de energía lo suficientemente potente como para permitirle a la humanidad defenderse de los ataques de Godzilla.
Para encontrar el camino hacia esta mítica tierra secreta, Apex pretende utilizar a Kong como guía nativo, confiando en que una vez puesto en el camino correcto sus instintos ancestrales lo llevarán allí. Aunque sacarlo de su isla escondida lleve al inevitable enfrentamiento contra el Rey de los Monstruos. La batalla de Godzilla vs Kong no solo determinará el futuro de los titanes, también el de la humanidad.
Los humanos siempre sobran
Es la cuarta película de la franquicia, por lo que Godzilla vs Kong no necesitaría establecer casi nada de lo que pretende mostrar, pero de todas formas se pasa una larga porción de la primera parte enfocada justamente en lo que más se le ha marcado y criticado como lo menos interesante: los humanos. Sus inclusiones pareciesen responder a la necesidad de agregar en el poster nombres como el de Millie Bobby Brown o Alexander Skarsgård más que a necesitarlos para llenar algún espacio narrativo importante o explicar giros de una trama compleja. No hay mucho de ninguna de las dos cosas. Sobran unas cuantas de las intervenciones humanas, al punto de que uno de los arcos podría ser removido de la película sin que nadie se entere que alguna vez estuvo allí, con personajes que solo funcionan como un alivio cómico que apenas acierta de vez en cuando.
Lo que importa: Godzilla vs Kong
En general, cuando aceptamos ver una película de dos monstruos gigantes peleándose queda implícito en el contrato que muchas cosas no van a tener sentido. Es parte de la gracia, pero Godzilla vs Kong patina cuando pretende explicar algunas de esas cosas que no puede ni necesitaba explicar.
Igualmente, la gente que produce la franquicia fue entendiendo de a poco esa idea y en esta nueva entrega al menos se reducen los intentos de justificar lo que está sucediendo o de insertar una motivación para el enfrentamiento entre los titanes.
Una vez dejados de lado estos pequeños estorbos bípedos, Godzilla vs Kong pasa a la acción. Es en ese momento cuando alcanza sus puntos más altos de entretenimiento. Sea con Godzilla enfrentándose a las fuerzas armadas, viendo a Kong boxeando monstruos menores al estilo de un referente sindical o con la aparición de otro de los kaijus legendarios de la mitología de Godzilla, las escenas de acción y peleas no decepcionan, están bien diseñadas y bien mostradas. Son algo escasas y dejan con ganas de un poco más, pero alcanzan para compensar todas esas escenas con humanos que no podrían interesarnos menos.
Una de las incógnitas previas a Godzilla vs Kong era cómo iban a hacer para emparejar a dos criaturas siendo que una de las dos estaba establecida como notoriamente más poderosa que la otra. Ni siquiera la más absurda película de kaijus aceptaría que la madre de ambos se llame Martha, por lo que el director compensa poniendo en el centro de la historia a Kong por sobre Godzilla, quien aparece casi exclusivamente para enfrentarse al gorila.
Así, Kong tiene un pequeño arco narrativo del que sale potenciado y en mejores condiciones para enfrentarse a su némesis en la batalla final por determinar quién es el Rey de los Monstruos. Es una decisión que puede dejar con ganas de más al Team Godzilla pero que termina resultando necesaria para mantener indefinido el resultado hasta el último minuto. De todas formas, van a tener varias oportunidades a lo largo de Godzilla vs Kong para ver a su titán favorito pisoteando edificios en todo su esplendor.