El Rey de los Monstruos está de regreso. Gareth Edwards dirige esta nueva versión de Godzilla que aunque no termina de convencer, está lejos de decepcionar.
Cuando un grupo de científicos despierta a una temible criatura que estuvo dormida durante miles de años, toda nuestra existencia se ve amenazada. Pero no estamos solos, Godzilla, El Rey de los Monstruos, aparece para restablecer el orden natural y, de paso, darle una mano a la raza humana.
Es bueno ser Rey
Godzilla es probablemente uno de los tanques hollywoodenses mas esperados del año, y por una buena razón! Los trailers que vimos hasta el momento eran de los mas llamativos y, a priori, parecían ofrecernos la tan ansiada superproducción que los fanáticos del monstruo queríamos desde hace años. Pero lamentablemente no todo es color de rosa aquí. Mientras que en algunos aspectos la película de Gareth Edwards sale airosa, en otros muerde el polvo estrepitosamente.
Para comenzar, vamos a sacarnos de encima la pregunta que todos se están haciendo. La respuesta es sí. Godzilla versión 2014 es ampliamente superior a Godzilla versión 1998 (a alguien le quedaba alguna duda de esto?). Pero dicho eso, uno debe aceptar que hay ciertas cosas (pocas) que funcionaron mejor en film de Roland Emmerich hace ya casi 16 años (!¡).
Esta nueva entrada en la saga del famoso monstruo de Toho arranca de lo mas bien. Tenemos un interesante prólogo en el que Bryan Cranston (Breaking Bad) se adelanta a los hechos y sabe que algo extraño está por ocurrir. Obviamente algo malo ocurre y su mujer (Juliette Binoche, en una brevísima aparición) pierde la vida. Esto da el pie para que su personaje comience una investigación que llevará varios años y terminará por involucrar a su hijo (Aaron Taylor-Johnson), quien ahora es un soldado especializado en bombas para el ejercito de Estados Unidos. Con mucha intriga, conspiraciones y paranoia de por medio, Edwards sienta las bases para una historia que parece ir por el camino correcto. Todo parece ir constituyéndote de lo mas bien para la aparición de Godzilla, pero luego algo sucede. Cuando todos pensamos que el monstruo por fin hará su aparición, no lo hace. En su lugar aparece otro monstruo, al que se refieren como MUTO. Aquí también sucede algo en lo que no entraré mucho en detalle ya que no quiero arruinarles la sorpresa, pero déjenme decirles que es la primera de una serie de malas decisiones que se darán a lo largo del relato.
La historia que nos había atrapada en un comienzo deja de existir. Desaparece por completo. Esta trama es remplazada por otra, una que vimos mil veces en superproducciones de este tipo. El personaje de Aaron Taylor-Johnson hará hasta lo imposible para volver a reunirse con su esposa (una muy desaprovechada Elizabeth Olsen) y su hijo. Esto hace que poco a poco perdamos todo tipo de interés en los personajes y una historia llena de “clichés” que deambula por todos los lugares esperados y ni siquiera amaga a intentar sorprendernos. Todo en la película tiene un porqué, y el personaje de Sally Hawkins (Blue Jasmine) parece creado solamente para explicarnos todo lo que necesitamos o no saber. La trama también se apoya en un sucesión de casualidades que ponen en juego la credibilidad del relato. El personaje de Aaron Taylor-Johnson tiene la mala suerte de que, donde sea que esté o vaya, Godzilla y los monstruos lo acompañan. Y desgraciadamente estos siempre son los lugares donde vive su familia, que nunca deja de estar en peligro.
Pero quizás la mayor decepción venga por otro lado, y esa es el propio Godzilla. Edwards hace la clásica jugada de no mostrar al monstruo durante gran parte del relato. Ustedes dirán: Y cual es el problema? En Alien o Tiburón la amenaza no aparece hasta pasada la hora de película. Y están en lo cierto! Pero en esa películas hubo una construcción previa con lo que se insinuaba fuera de campo o se mostraba mediante tomas subjetivas. Aquí Godzilla no da rastros de vida por mas de una hora. Y cuando por fin aparece, Edwards hace otra gran canallada. Cada vez que “El Rey de los Monstruos” se está por enfrentar con un MUTO, se corta a otra escena o se muestra una pantallazo de esa lucha cuerpo a cuerpo en una TV, y cuando digo pantallazo hablo de no mas de unos pocos segundos. Y esto no ocurre tan solo una vez, se da reiteradas veces durante toda la película! Lo que termina por hacerla de lo mas frustrante. Obviamente el director hace esto porque se quiere reservar sus mejores armas para la inevitable confrontación final, pero uno debe preguntar si es realmente necesario poner a prueba la paciencia del espectador de esta forma durante una hora y media para terminar asombrando durante los últimos 25 minutos.
Pero no todas son pálidas en la nueva Godzilla. Como era de esperarse el film es un caramelo visual. Los grandes efectos espaciales están a la orden del día y el buen ojo de Edrwards para filmar escenas dignas del mejor cine catástrofe se hace notar. El elenco hace un gran trabajo otorgándole una cuota de credibilidad al relato e incluso gente como Bryan Cranston y Ken Watanabe entregan mas que dignas interpretaciones. La historia también tiene algunos detalles bastante interesantes que la ayudan a distanciarse de otras adaptaciones del monstruo pero no tanto como para faltarle el respeto al film original. Si alguna vez vieron la cinta japonesa de 1954, entonces encontrarán aquí varios pequeños homenajes que nunca están de mas. También se hizo un buen trabajo reinventando el origen de los monstruos y algunos aspectos de su naturaleza. Cosas que sin dudas expanden aun mas la ya mas que interesante mitología que se contruyó a lo largo de mas de dos docenas de apariciones cinematográficas desde la década del cincuenta.
El último párrafo me lo reservé para el 3D, del cual tengo solo una cosa para decir: Cuando terminó la película, ni me acordaba que llevaba los lentes puesto. La tercera dimensión no funciona en lo más mínimo.
Conclusión
Si tuviera que definir la nueva adaptación de Godzilla en una sola palabra, diría que es frustrarte. Es una película que juega con la paciencia de sus espectadores como pocas veces eh visto. Esto no significa que sea mala, pero luego de un comienzo tan interesante y prometedor, la película se pincha y se desinfla lentamente hasta que comienza el último acto. Igualmente, gracias a buenas interpretaciones y fantásticos efectos especiales, Edrwards logra mantener nuestro interés durante dos horas, cosa que hoy en día es mucho decir.