A la hora de realizar películas relacionadas con monstruos, Edwards supo encontrar lo que le gusta al espectador (“Monsters” 2010). Muchos nos encontrábamos esperando esta nueva versión hollywoodiense, del monstruo nipón y en Japón se encuentran celebrando los 60 años de “Godzilla”.
Todo comienza en Filipinas en 1999, y también nos trasladamos a Japón con una interesante introducción en la cual se van brindando una serie de detalles; Joe Brody (Bryan Cranston) ni piensa en su cumpleaños, sospecha que algo extraño va a pasar, su esposa Sandra Brody (Juliette Binoche) trabaja en el mismo lugar pero en diferentes sectores pero ese día todo se encuentra enrarecido y sucede un hecho desafortunado. Él nunca dejo de investigar y analizarlo todo. Pasan 15 años y su hijo Ford Brody (Aaron Taylor-Johnson), es un soldado especializado en bombas que brinda servicios para el ejército de Estados Unidos, vive en San Francisco junto a su esposa Elle Brody (Elizabeth Olsen, “La casa del miedo”) y su pequeño hijo Sam Brody (Carson Bolde).
Ante un llamado inesperado dejará de mostrar la tranquilidad que se veía en él y se reencontrará con su padre, ambos se van relacionando y pese a alguna diferencia, el afecto está en ellos; se vinculan con datos de su niñez, secretos, una serie de incógnitas, un pasado oculto, comienzan a incursionar por zonas prohibidas, pasando por situaciones sumamente peligrosas, y a juzgar por ciertasescenas, se les ha buscado el lado más humano dentro del cual surgen distintos conflictos, dolor, escenarios, contextos y sorpresas.
Todo se encuentra bastante bien narrado, utilizando en varios momentos las tomas subjetivas, manteniendo al espectador atento, intrigado y expectante por ver aparecer a Godzilla (como toda estrella se hace esperar), primero surge otro monstruo, se trata de MUTO. Vamos incursionando en una y otra trama, toda la acción y la aventura surge luego de unos cuantos minutos, para comenzar a ver personas corriendo por todas partes intentando sobrevivir y luchado por sus vidas, bajo los pies gigantes de los monstruos, pero dentro de la tragedia tiene algunos toques de humor. Entre tanta locura posee momentos en los cuales puede lucirse Ford Brody, quien dentro del caos intenta salvar a un niño japonés, la desesperación de querer comunicarse con su casa, varios momentos dramáticos y una historia llena de clichés.
Dentro de su desarrollo se explica como una criatura nació dentro de lo que fue una pesadilla aprovechando para repasar y formular críticas sobre las consecuencias del ataque atómico estadounidense a Hiroshima y Nagasaki en la Segunda Guerra Mundial, dejando una crisis nuclear a la cual se suma la de hace unos tres años que sacudió la planta nuclear de Fukushima que fue destruida casi en su totalidad por un Tsunami que azotó las costas de Japón.
Hablando un poco de los personajes , por el lado de Elizabeth Olsen, se encuentra poco explotado, ella es una enfermera y se podría haber aprovechado mas con distintas situaciones, Juliette Binoche aparece apenas en la película y varios puntos giran en torno a la teoría de Dr. Serizawa (Ken Watanabe), Sally Hawkins como Vivienne Graham para ofrecernos algunas explicaciones. Es una notable superproducción que ha costado 160 millones de dólares, por lo tanto se estima una muy buena recaudación. La trama se desvanece un poco pero cuenta con imágenes impactantes, efectos especiales, una buena banda sonora, un sonido estupendo que hace temblar la sala, resulta un buen entretenimiento y es bien pochoclera, dejando el final abierto para una secuela.