Terror en clave asiática
Un nuevo exponente del terror coreano llega a las salas y las expectativas, como todas las de aquellas películas que provienen desde estas tierras, son altas y atemorizantes.
Gonjiam: Hospital maldito (Gonjiam: Haunted Asylum, 2018) es una película que genera miedo. Esta no es una afirmación para pasar por alto. Hoy, entre tanta vorágine del cine de terror, con tantas opciones de consumo, que un film te genere una especie de atracción atemorizante es para elogiar. El cine asiático vuelve a posicionarse en lo alto a la hora de asustar al público, ideal para la semana donde se celebra Halloween.
Con claras reminiscencias a El proyecto Blair Witch (The Blair Witch Project, 1999), la película nos presenta una parodia de un show televisivo donde unos adolescentes exploran lugares donde se presume la existencia de situaciones paranormales. El indicado en esta historia es un hospital denominado Gonjiam, donde se supone la existencia de los fantasmas de pacientes que fallecieron en extrañas circunstancias. Contado desde varios sectores narrativos, con una cámara por cada uno de los jóvenes protagonistas, el film no pierde dinamismo ni gracia en ningún momento.
Desde los primeros minutos de la película persuadimos el estar en presencia de algo no tan cotidiano. La risa de un inocente chico dispuesto a hacer una travesura es interrumpida por la sorpresiva aparición de algo paranormal. A partir de ahí se presenta al conductor del show de televisión, el cual nos prepara para un viaje que mezcla ingenuidad con terror. Ahí está el acierto: uno empatiza con esa ingenuidad de los que sufren estas apariciones al investigarlas y puede asustarse con cada ruido, con cada movimiento.
Un found footage que aprovecha de la mejor manera la cámara no estabilizada, Gonjiam: Hospital maldito queda ilesa pese a tener un escaso poder narrativo. Este tipo de películas es hoy en día uno de los recursos cotidianos de aquellas productoras que buscan obtener una ecuación rentable favorable sin priorizar la manera en la cual se cuenta la historia. Alejada de esa intención por las tierras desde donde proviene, en esta obra el propósito principal es asustar, lo cual se logra sin transpirar. Vale la pena repetirlo: Gonjiam: Hospital maldito es una película que genera miedo.