El jueves llegó un estreno coreano a las salas de cine, la película de terror Gonjiam: hospital maldito.
Un joven tiene un canal de video en el cual desenmascara diversos lugares embrujados. Junto con dos asistentes y tres voluntarios deciden ir al asilo psiquiátrico abandonado de Gonjiam. Ni bien llegan instalan cámaras en diversos sitios y se proponen llegar al millón de visualizaciones en youtube transmitiendo en vivo. Las cosas comienzan a salir mal cuando los miembros del equipo van padeciendo los fenómenos paranormales del lugar.
Dentro del género de terror hay una serie de películas que se hicieron exitosas por el uso de las cámaras en mano con un formato casero. La primera en tener un gran éxito fue El proyecto de la bruja de Blair y lo continuaron la saga de Actividad Paranormal.
Gonjiam: hospital maldito reflota las ideas ya vistas en ambas películas y no agrega nada nuevo a este concepto.
La locación del hospital es el único y principal atractivo de la película. Cuanto mayor información nos dan sobre la misma, más queremos explorarla. Los detalles de la directora y los pacientes funcionan para dar un contexto del lugar, pero en ningún momento se hace uso de ellos para dar miedo al espectador o a los protagonistas.
Ni siquiera los amantes del terror pueden disfrutar de Gonjiam: hospital maldito. No hay sustos repentinos, no hay gore o sangre en ningún momento y como ya habíamos mencionado, los efectos “de miedo” son reiterativos y ya fueron vistos en otras películas similares.