Una atractiva propuesta del estilo found footage/ falso documental desembarca en los cines con una impronta coreana muy marcada, que hace hincapié en el folclore local y en lo paranormal mediante las numerosas leyendas que rodean al hospital del título.
Nombrado por CNN Travel en 2012 como uno de los “siete lugares más extraños del planeta”, la deteriorada institución mental en Gwangju, Gyeonggi, es el escenario del film que hoy nos convoca. Se dice que el sitio está embrujado y aunque varias personas no están seguras de que haya sido de esa manera, se estima que en 1979, 42 pacientes se suicidaron y la directora del hospital desapareció en circunstancias por demás extrañas. Abundan rumores y raras historias sobre el lugar, ahora abandonado, y es por ello que resultó atractivo para convertirse en una película de horror. La cinta parte del misterio antes mencionado y de cómo el dueño de un canal de YouTube y seis famosos youtubers deciden ingresar al hospital para trasmitir en vivo, y vivir la experiencia más aterradora de sus vidas. Todo esto en pos de conseguir un beneficio económico otorgado por un número elevado de visitas. Para ello, el director decide manipular ciertas situaciones, sin decirles nada a sus colegas, para provocar el sobresalto y la sorpresa tanto de los youtubers como de los potenciales espectadores.
El largometraje es un clásico ejercicio de los cuales vimos infinidad de veces, desde aquella famosa película que revolucionó en el género en 1999 llamada “The Blair Witch Project”. Obviamente, con el avance de la tecnología, películas como “Gonjiam” pueden utilizar recursos atractivos como drones, gopro, multicámaras, etc; y si bien por momentos la obra transita por algunos lugares comunes de este estilo de films, resulta ser un viaje entretenido gracias al carisma de sus personajes y a lo compacta y prolija que resulta ser su estructura.
A nivel técnico se destaca el montaje gracias a la gran cantidad de posibilidades que otorga la narrativa que presenta al director desde la carpa base que tiene la producción del programa donde dirige todo el show. Esta excusa le da la libertad de ir yuxtaponiendo infinidad de cámaras y alternando varios puntos de vista. Por otro lado, resulta interesante que se sugiera más de lo que se muestre (algo habitual en el comienzo de este tipo de historias) y no que se caiga en el facilismo del gore más duro.
También cabe destacar que el director decide proponer una interesante tesis sobre internet y las personas, el voyeurismo, el cuestionamiento de la veracidad de los productos web, entre otras tantas cosas que asimismo enriquecen el film.
“Gonjiam: Hospital Maldito” es una película entretenida que hará pasar un buen rato a los fanáticos del género pero que tampoco ganará demasiados puntos por su originalidad. Una obra para disfrutar sin demasiadas pretensiones.