Nenes de mamá
Con una atmósfera angustiante y sórdida, Goodnight Mommy (Ichseh, ichseh, 2014) es una película rebosante de tensión que va in crescendo hacia un desenlace sorpresivo e inesperado.
Muy de vez en cuando, llega una película que viene a romper un poco con la monotonía de estrenos donde los films de terror o de superhéroes, géneros que con el tiempo van a encontrar su inexorable fin, son el denominador común. Goodnight Mommy es una de esas joyitas que asoman y con fuerza logran imponerse ante tanta parafernalia marketinera.
En los primeros minutos de la proyección vemos a los gemelos Lukas y Elias jugar en el campo. Corren de un lado a otro, juegan a las escondidas y se mezclan entre la naturaleza. El descanso se termina cuando su madre retorna de una clínica de estética para recuperarse de una operación. Pero los mellizos notan algo raro en ella y una idea va germinando en su interior: creen que se trata de una impostora.
De ahí en adelante, la dupla que componen Veronika Franz y Severin Fiala se apoya en un guión sólido para construir una narración que como fin último tiene el de mantener la tensión hasta los últimos quince minutos. Las pistas están ahí, delante de nuestras narices, pero los directores nos mantienen engañados durante la mayor parte del tiempo y el desenlace nos sorprende como un cross de derecha directo a la mandíbula.
Si bien hay varias secuencias de exteriores, la mayoría ocurre puertas adentro y se destaca una puesta en escena claustrofóbica y oscura. Otro de los aspectos a resaltar es el uso de la violencia que se encuentra más que justificada y tiene un obvio anclaje en El video de Benny (Benny´s Video, 1992) y Funny Games (1997), cintas imprescindibles del también austríaco Michael Haneke.
A diferencia de las películas de Haneke, donde el realismo impera, Goodnight Mommy toma elementos de este director pero la resolución tiene un carácter totalmente opuesto. Los directores le dan un matiz sobrenatural para explicar la trama. Esto no es mejor o peor, es la diferencia respecto a la producción de su compatriota lo que hace que Goodnight Mommy sea también una historia angustiante y por momentos sádica.