El héroe popular
En tiempos de superhéroes, Cristian Jure encuentra en el Gauchito Gil un personaje ideal para convertirlo en el héroe de los humildes. Su historia, basada en el libro Colgado de los tobillos, de Orlando Van Bredam, es narrada desde el mito y la leyenda, otorgándole al personaje real la mística sobrenatural que lo envuelve.
Colgado de los tobillos empieza la historia con el gauchito (Jorge Sienrra) a punto de ser degollado. Un anciano entra a una pulpería y relata los acontecimientos previos: El cómo este hombre sufrió el dolor y la injusticia de niño, luchó para los federales hasta que una serie de horrendos sucesos lo obliga a desertar y convertirse en un fugitivo de la ley. Como un superhéroe actual acude a la ayuda de quién lo necesite para evitar injusticias sobre los inocentes.
Cristian Jure maneja el relato con maestría, con un conocimiento absoluto de los géneros: por momentos Gracias Gauchito (2018) es una película de acción, de injusticias y venganzas, por momentos un melodrama, con pasiones y culpas que castigan el destino del protagonista. Pero también, la película se permite jugar con la épica, contextualizando la acción en una Argentina del siglo XIX con gente llena de avaricia y otra golpeada por la desgracia. La guerra de la Triple Alianza es otra de las circunstancias históricas que aparecen con pinceladas para trascender el mero relato del héroe.
Las escenas de tensión en el film están impregnadas de magnetismo, haciendo avanzar el relato con buen rimo narrativo sin poder desprender los ojos de la pantalla. Otro recurso muy bien manejado es la música del film que pasa en varias oportunidades de ser diegética (parte de la historia) a extradiegética (engrandeciendo las situaciones).
Pero quizás lo más interesante del film sea su posición ideológica. El mismo título Gracias Gauchito marca el lado del cual está contada esta historia de buenos y malos. Los discursos sobre los patrones de campo y los destinos del Paraguay subrayan esta postura. Y aunque por lapsos la película abuse de ciertos efectismos, queda la sensación de una historia que tenía que ser contada, después de todo el Gauchito es el héroe que faltaba.