Gracias por compartir es, ante todo, una comedia muy inteligente, de esas que desafortunadamente no abundan en el cine.
Si bien el plot de los adictos al sexo ya ha sido explorado en las películas, en esta oportunidad la mirada del director y guionista Stuart Blumberg es muy acertada y astuta porque no cae en lo obvio.
Vale destacar que se trata de una ópera prima pero que Blumberg ya cuenta con muy buenos guiones filmados y todos con un gran punto en común: grandes vueltas de tuerca.
Pudimos ver sus diálogos y perspicacias en Keeping the faith (2000), The girl next door (2004), y The kids are all right (2010). Todas excelentes películas.
En este estreno el director se apoya totalmente en el formidable reparto que armó dado a que saca lo mejor de Mark Ruffalo, Gwyneth Paltrow y Tim Robbins, así como también de Josh Gad que se roba cada una de sus escenas.
Además de situaciones muy cómicas también se pueden apreciar muy buenos lazos entre los personajes haciendo que no solamente los romances (o intentos de romances) sean los atractivos sino las relaciones de amistad y padre e hijos. Cada una con sus complicaciones y resoluciones.
La adicción al sexo es la gran excusa para que confluya todo y un adorno a la historia porque el fuerte son las idas y vueltas de los protagonistas y las vueltas de tuerca.
La película es buena e inteligente. El secreto para disfrutarla bien es no sobre-analizarla ni esperar que sea una obra cumbre.