JJ es un ex militar y actual agente de la CIA, pero su primera misión no sale bien; por lo cual es degradado al trabajo de vigilancia. Así es como se instala en un edificio junto a su compañera, para espiar a una vecina que puede ser potencial persona clave para desbaratar una red de terroristas. Lo que JJ no contaba era con la presencia de su pequeña vecina.
Siguiendo los pasos de Un detective en el kínder, Grandes espías retoma el camino de las películas de acción y comedia, que se centran en un tipo musculoso que hace tándem con un niño mientras se involucra cada vez más en un caso que debería ver desde lejos. Y sabiendo esto, quizás sea posible disfrutar la película protagonizada por Dave Bautista.
Así es, el ex WWE se le anima al ridículo en esta película. Probado está su buen timming para el humor en el MCU, así que era una apuesta bastante segura a la hora de ponerlo en dupla con una niña. Pero sorprende la buena química que tiene con la misma; aunque también es mérito de la pequeña Chloe Coleman, que pese a estar muchos minutos en pantalla, nunca chirria y hace bastante creíbles sus salidas que rozan en más de un momento lo WTF.
Porque si, la película juega con el absurdo y con que el espectador sea cómplice de algunas situaciones, que, de darse en films serios, serian de esos factores que hacen que uno le termine bajando la nota final; en ese caso, Grandes espías es bastante autoconsciente, y depende bastante de nosotros para disfrutarla o no.
Pero si tiene varias cosas negativas. El primero es que muchos de los gags no causan gracia. De hecho, los que funcionan son los que hacen alusión a la cultura pop contemporánea, porque los que corresponden a la propia película, no pasan de caídas, acción exagerada (ya hablaremos de esto), o personajes estereotipados llevados al extremo de lo ridículo. Y con esto nos referimos a una pareja compuesta por dos hombres que roza la vergüenza ajena por cómo están interpretados, y que atrasa veinte años.
Grandes espías es una película perfecta para ir con la familia. Sin pretensiones, con chistes para los más chicos y algunos para los adultos; y una buena pareja protagonista; es de esos films que ya con el poster nos cuenta todo lo que debemos saber antes de entrar a la sala de cine. Honestidad brutal.