Una figurita repetida.
No es ningún secreto que al poner un hombre musculoso e imponente, como el ex luchador Dave Bautista, en situaciones hilarantes e incómodas que contrasten con su imagen clásica de tipo rudo, encontremos el fenómeno de la comedia. Es una fórmula que funciona ya desde hace mucho tiempo. Lo vimos con Vin Diesel en Niñera a prueba de balas, Dwayne “La Roca” Johnson en Entrenando a papá, Arnold Schwarzenegger en El regalo prometido, entre muchas otras.
Grandes espías es una película sencilla, chata, donde la trama se presenta desde el minuto cero sin llamar la atención. En este caso, Bautista interpreta a JJ, un agente de la CIA que tras haber cometido un error en su última misión, se ve relegado a un operativo de vigilancia, lejos de la acción. Su tarea consiste en espiar, junto con su compañera Bobbi (Kristen Schaal) a una familia de apartamento integrada por Kate (Parisa Fitz-Hanley) y Sophie (Chloe Coleman), su hija de 9 años, ya que ambas son familiares de un potencial terrorista. Esta niña, al descubrir que está siendo espiada por agentes de la CIA, decide manipular a JJ y ambos realizan un pacto de silencio. Ella no revelará el operativo si a cambio él lleva a cabo las actividades que le proponga. Estas tareas, como ir a patinar sobre hielo, asistir a eventos de la escuela, y sobre todo, entrenarla como espía, irán sacando a JJ de su zona de confort, pero a la vez funcionará para que redescubra su lado más sensible, encariñándose con la pequeña.
En síntesis, no hay conflicto más grande que ese, si bien detrás se esconde el entramado terrorista del principio, nunca nos llega a importar ya que a medida que corren los minutos, crece el desinterés y a la vez, vamos descubriendo con firmeza lo único que el film intenta proponer: hacer reír.
La película deja de lado los giros argumentales, las sorpresas, el suspenso, incluso las secuencias de “espionaje” o de acción terminan siendo realmente decepcionantes. El objetivo de la película pasa a querer contar la historia de un vínculo hilarante como el de JJ y Sophie, nada más.
Con una gran interpretación de Chloe Coleman (Sophie), un carismático Dave Bautista (JJ) y la siempre simpática y divertida Kristen Schaal como Bobbi, Grandes espías no busca más que entretener a cualquier familia que esté dispuesta a verla; y a decir verdad, lo consigue.