Extraño la época en la que Disney Pictures no hacía mas de una película cada dos o tres años…
Ambientada en la futurista ciudad de San Fransokyo, Grandes Héroes nos cuenta la historia de Hiro, un joven de inteligencia superdotada que la malgasta en crear robots para competir en peleas de robots que ocurren en esa ciudad. Tadashi, su hermano, va a hacer un par de trucos que lograrán que su hermano menor comprenda el potencial desperdiciado, y decida dedicar su vida inserto en la sociedad, desarrollando sus capacidades al máximo.
Es en esta instancia se conoce al mejor invento que Tadashi tiene, Baymax, una especie de robot enfermero que se encarga de diagnosticar y curar infinidad de afecciones y enfermedades. Y es con él, con quien Hiro emprenderá la cacería de un ser misterioso que por diferentes designios del destino, se ha transformado en su Némesis.
Aun con muchos agujeros de guión, situaciones sin resolver, un manejo del tiempo totalmente irreal (situación que ya vivimos con Disney en Frozen) y sobre todo con muchos chistes muy poco efectivos (la mayoría de los cuales quedan a cargo de Fred, interpretado por el muy buen comediante TJ. Millar que acá está muy por debajo de su juego), esta película es de esas que por su estética, su mensaje y los momentos afectivos, dejan muy contenta a una audiencia infantil que está asistiendo a los cines con cada vez mayor asiduidad.
Muy lejos de quedar como uno de los grandes clásicos de Disney, Grandes héroes se deja ver bien, deja un lindo mensaje, se pasa bastante rápido y se muestra como un gran entretenimiento para los chicos, que es mucho mas de lo que podemos decir de casi todas sus competidoras en cine y TV.