Gravedad

Crítica de Alejandro Castañeda - El Día

El milagro de volver a casa

Sola, en medio de la nada, zamarreada en esa inmensidad vacía, la doctora Ryan Stone trata de sobrevivir. Se soltó de todo. Cortó los lazos con la vida y quedó a merced de sus pensamientos y sus recuerdos en un cielo infinito y silencioso. Esta alegoría del talentoso Alfonso Cuarón (“Niños del hombre”) deslumbra con sus imágenes sugerentes y bellas, y cautiva con una historia que tiene originalidad, suspenso, aventura. En este canto a la supervivencia, la Dra. Stone enseña que nunca hay que entregarse por más desesperante que sea la situación y que, como hacen los náufragos, hay que asirse de algo, aunque sea de sus recuerdos, para darse fuerza y esperanza. Se rompió el telescopio el Telescopio Espacial Hubble. Y hay que arreglarlo. Junto a Ryan está Matt, un astronauta experimentado. Pero todo se complica: residuos espaciales y otros percances los acechan. Cuando el cable que los mantiene unidos se corta, Ryan queda absolutamente sola. Sus pensamientos y sus lágrimas atraviesan ese espacio donde todo es vacío. No puede volver a la nave, no tiene contacto con Houston, se le acaba el oxígeno y la fuerza. Está en medio de una soledad plena y desconocida y evoca su casa de allá lejos para hacerle frente al vacío y a la desesperación. Sueña con un regreso que sea recomienzo. Y desde allí el film apelará a una situación terminal para hablarnos del milagro del nacimiento: hay un cordón que retiene a esa doctora que flota en un espacio desolado y qué después de mucho pujar saldrá del agua hacia la vida. “Gravedad” tiene pocas palabras, pero su concentración, su clima, su plasticidad, su impacto visual y su sentido final trascienden una anécdota cargada de significados. Nos muestra la Tierra, inocente y hermosa, amaneceres, silencio y entre ellos, abriéndose paso, la vida, que lucha por seguir en medio de una coreografía insondable y eterna. Sus destellos invitan a reflexionar sobre la soledad, la ausencia y el pequeño cielo de cada uno. Tenía razón Nicholas Ray: “el drama del hombre moderno es que no puede volver a casa”