Romper el Huevo…
Durante muchos años se trató de imitar a 2001, Odisea del Espacio de Stanley Kubrick, film que revolucionó la ciencia ficción e innovó a nivel visual y narrativo. Kubrick entendió que necesitaba tener una historia compleja, profunda, existencial, acorde a las ambiciones que deseaba desarrollar. Y por lo tanto era esencial que el elenco no esté compuesto por “figuras” que distraigan al espectador, sino por sólidos intérpretes que comprendiesen la idea del realizador, que no se destaquen ellos mismos frente a la historia.
Alfonso Cuarón, con Gravedad, pretendió realizar la 2001 del siglo XXI. Pero se limitó a aprovechar las últimas tecnologías para generar una experiencia visual abrumadora aunque vacía. En primer lugar, el cineasta realmente tomó la decisión de restarle importancia al argumento. La lluvia de desechos de un satélite ruso que destruye al estadounidense es un simple Mc Guffin, uno bastante anticuado en tanto recurso narrativo...