Hace más de 200 años los hermanos Grimm publicaban un cuento de hadas que se convertiría rápidamente en un clásico de la literatura infantil, pero a medida que fueron pasando los años varias adaptaciones del mismo comenzaron a crearse (tanto teatrales como cinematográficas). La mayoría siguen siendo para niños, pero qué pasa si en una de esas adaptaciones creamos una bruja más terrorífica y un boque mucho más frío y solitario.
Primero transportémonos a un bosque en Dublín, Irlanda, una locación casi perfecta para este tipo de películas, ya que podríamos decir que este puede ser un personaje más si logramos contar bien la historia. En este caso de eso se va a encargar el director Oz Perkins, que a pesar de tener un par de factores importantes, el resultado no fue el esperado.
Con las actuaciones de Sophia Lillis (IT), Charles Babalola y Sam Leakey, la cinta busca montar un relato fantástico con elementos de horror que nunca terminan por lograr su cometido. El guión fiel a la historia original, cuenta cómo dos hermanos se escapan para tener un futuro sin miseria pero al cruzar el bosque en busca de alimentos, Gretel y Hansel, se encuentran con una misteriosa casa donde todos los días, hay manjares sobre la mesa que son preparados por una extraña anciana que fuera de querer ayudarlos los engaña.
La historia en sí es un clásico pero el guión adaptado es un poco pobre. Las interpretaciones son muy buenas, y la supuesta bruja cumple su rol y está bien personalizada, los FX y Make-Up son buenos y logran que la bruja asuste un poco. Por el lado de Lillis creo que su potencial no está explotado al 100%. Tiene un decrescendo a lo largo de la película que solo cambia en las últimas escenas pero tampoco es para tanto.
Lo altamente rescatable es la fotografía. El trabajo de claro/oscuro o los cambios drásticos de cálido a frío son tratados muy finamente y hacen que las escenas queden muy bien.
Los momentos de fantasía con un toque de terror a veces quedan de más y no logran encajar con el hilo de la misma.
Lo que se perfilaba como una película de terror termina convirtiéndose en un drama con algunas partes aburridas, no logra dar miedo y da como resultado una adaptación burda que no logra expresar lo que su categoría refleja.
Por Keila Ayala