Esta ensalada de thriller y comedia negra no está nada bien condimentada, y redunda en un desperdicio de talento. En su primer intento de dirigir un largometraje, Nash Edgerton narra una historia de enredos bastante confusos en medio de intrigas corporativas y narcos mexicanos, con el pobre David Oyelowo traicionado por todos en su papel de ejecutivo, y deambulando por Veracruz sin mucha suerte.
La trama tiene que ver con una empresa estadounidense que piensa lanzar al mercado un nuevo tipo de cannabis medicinal en pastillas, para lo que necesita una planta de producción fuera de los Estados Unidos, y México es el mejor sitio que encuentran; lástima que no tienen en cuenta los problemas surgidos del narcotráfico. Cuando empiezan los inconvenientes, el ejecutivo que debe arreglarlos está totalmente deosorientado, y como tiene un problema personal contra su jefe no se le ocurre mejor idea que simular un secuestro. Las cosas se complican cuando los verdaderos criminales lo encuentran, pero para ese entonces el espectador ya estará harto de las largas escenas dialogadas y enredos obvios. La productora ejecutiva, Charlize Theron, en el papel protagónico, no tiene el peso de una ejecutiva inescrupulosa. Hacia el final hay algunas buenas escenas de acción que no terminan de equilibrar el conjunto de esta producción de los estudios Amazon que funciona como un mediano telefilm.