La banda de inadaptados héroes espaciales vuelve en una aventura plagada de acción, humor y música ochentosa
Después de salvar (y robar) a una civilización en peligro, el equipo comandado por Peter Quill, se estrella en un planeta desconocido. Allí encuentran a Ego, que no es otro que el padre biológico de Star Lord.
James Gunn dirige con pericia esta ópera espacial colorida y pop en donde cada secuencia resulta única y divertida.
No es tan original como la primera, pero todo lo bueno que tenía el Vol. 1 aquí está potenciado al máximo. Más psicodélica y lisérgica, también tiene dosis de emotividad y un mensaje familiar muy loable. Así además de la trama clásica, el filme guarda varias revelaciones y presenta muy originales "cameos".
El carisma de Chris Pratt se ve agigantado por la presencia de Kurt Russell (excelente incorporación), juntos son dinamita.
Todos los personajes son impagables: Gamorra tan sexy como letal, Drax siempre políticamente incorrecto y Rocket eternamente al borde del delito (aunque Baby Groot se va a robar el cariño del público)
El diseño visual, plasmado en los distintos rincones de la galaxia, sumado a la selección musical y a la atmósfera retro, hacen de esta aventura galáctica, un cóctel irresistible.
Muchos chistes, diálogos ingeniosos, homenajes a la cultura Pop, y acción a raudales. La secuela de Guardianes… es tan grandiosa que hasta se reserva cinco ¡sí, cinco! escenas poscréditos.
MARVEL lo hizo de nuevo, ¡Guardianes de la Galaxia Vol. 2 es de otro mundo!