La primera de la saga causa la mejor sorpresa en la audiencia y sembró de fanáticos ávidos de nuevas películas. A tal punto que con este estreno ya se sabe que las secuelas están marchando y se habla de cinco, como cinco los adelantos que vienen después de todos los títulos, no levantarse de la butaca que se los pierden. Aquí en factor sorpresa ya no existe, se sabe que el humor y el delirio y lo políticamente incorrecto son sus cualidades y el director y guionista James Gunn busca ampliar la plataforma de personajes y poner el acento en la familia, además de una banda sonora impecable y fundamental. Lo mejor del film es el encuentro de Peter Quill (Chris Prat) con Ego (Kurt Russell) un padre que creo su propio planeta con costos terribles. Todo ese segmento es humorístico, siniestro, creativo y bien logrado. Un hallazgo: el lucimiento de Baby Groot el encantador personaje ideal para la venta de merchandising. Otro conflicto interesante es el de Gamorra (Zoe Saldana) y Nébula (Karen Guillian) hermanas enfrentadas. Todo se ve como un reacomodamiento de roles en el grupo. Una parte desaprovechada, (¿lo harán en el futuro?) es la esos seres perfectos, dorados que matan como si jugaran sin ponerse en riesgo jamás, una mirada mas que aguda sobre las guerras modernas. Para los fans un plato fuerte, casi como si no fuera una secuela. Un poco larga pero ideal para los que buscan humor y aventuras intergalácticas y aman el universo Marvel.