Guardianes de la Galaxia Vol. 2: Y al final, lo primero es la familia…
Los defensores intergalácticos están de regreso, con nuevas aventuras y mucho efecto especial. ¿Es una digna secuela? Enterate aquí mismo.
Star-Lord, Drax, Gamora, Rocket y Baby Groot vuelven para las delicias de los “marvelitas” más fervientes, y para seguir expandiendo el Universo Cinmático marvel en Guardians of the Galaxy Vol. 2 (2017).
James Gunn encontró la fórmula en 2014 para contar la historia de estos personajes ultra desconocidos de la Casa de las Ideas y Disney la supo vender muy bien; con un poco de nostalgia por un lado y personajes con los que uno podía sentir empatía, si bien sus acciones están allá en el espacio sideral, son tan humanos y tan terrenales como nosotros mismos. La cuota de no tomarse tan en serio estas aventuras espaciales, es lo que hace que los Guardians estén en la otra vereda de Iron Man o el Capitán América, personajes torturados y con vastos sacrificios a cuestas.
3 años después (pero pocos meses posteriores en la historia) de su primera aventura, los Guardianes están consolidados como tales y los encontramos peleando contra el Abillisk, un monstruo con tentáculos sospechosamente similar a Starro, la estrella de mar gigante con la que se enfrentaron por vez primera los héroes de la compañía adversaria creando así la Justice League (pero eso es otra historia). El trabajito sale bien, y los patrones, que vienen a ser una raza llamada Los Soberanos, de perfección absoluta, son “traicionados” a último momento por Rocket que no puede con su instinto “bardero” y roba una baterías de energía para venderlas; baterías que estaban encargados de proteger del Abillisk.
La persecución no se hace esperar y son salvados a último momento por una misteriosa figura que se revela ante el grupo como Ego (Kurt Russell), el padre biológico de Star-Lord. A partir de esto, los Guardianes se separan en dos grupos para investigar cuál es la verdad detrás de esta revelación, solo para encontrar traiciones inesperadas y nuevos aliados donde había viejas enemistades.
Guardianes de la Galaxia Vol. 2 es la expansión no solamente del UCM sino de la historia de estos disimiles personajes que se ven unidos por un sentimiento fraternal, que van descubriendo que una familia no es lo que la sangre o el parentesco te impongan, sino la lealtad que se profesa hacia el prójimo y los sacrificios que uno está dispuesto a hacer en pos de esa unión fraternal.
Se nota que a James Gunn le dieron total libertad para hacer lo que quería, ya que esta secuela no se rige por la “formulita” de Marvel/Disney y ni siquiera se parece a su antecesora: todo se siente diferente, hay una evolución en los personajes fuera y dentro de la trama, hay mas cinismo en ellos aunque también más humanidad (incluso en los alienígenas).
Para los que siguen este universo marvelita, hay varios “fanservice” e incluso para los ávidos lectores que conozcan el cánon comiquero. El director vuelve a elegir una banda de sonido acorde y funcional a la trama, con éxitos vintage de la música terráquea y los cameos no se hacen esperar: son muchos, pero a diferencia de, quizás algún que otro caso, todos tienen una historia detrás que deja a la imagineria si se estará tratando de expandir aún más este universo cósmico. Nada está librado al azar, en este film que por momentos se siente un poco largo y, que a diferencia del anterior, es una historia que puede brillar (y brillará) por sí misma sin estar atada, aún estándolo, en el Universo Cinemático Marvel. Como siempre, a quedarse al final del film por que tenemos CINCO (5) escenas post-créditos.