Guardianes vistosos pero sin guión a la altura del original
Hace tres años el director James Gunn logró una obra maestra de la comedia de ciencia ficción con los antihéroes psicodélicos de "Guardianes de la galaxia", una de esas raras películas que pueden combinar en partes iguales extraordinarios aspectos visuales con un buen guión y gags tan divertidos como astutos.
Gunn venía de Troma Inc., un estudio clase z especializado en lanzar una secuela tras otra desvergonzadamente, con ejemplos como"La última tentación del vengador tóxico", y lamentablemente en esta continuación de "Guardianes de la galaxia" da la sensación de que nadie se preocupó demasiado por desarrollar un guión articulado que esté a la altura de las circunstancias.
En este "Volumen 2" el truco básico consiste en darle el héroe Chris Pratt un padre extraterrestre y casi todopoderoso, el Ego que personifica Kurt Russell, sin duda lo mejor del film. Esta mezcla de hippie del espacio y semi-dios es resistido por su hijo, dado que abandonó en la Tierra a su madre moribunda, y de esta relación surgen casi las únicas situaciones que unen cabalmente el argumento con las imágenes, algunas impactantes. Pero los demás personajes, incluyendo al mapache con la voz de Bradley Cooper, parecen apagados, empezando por el anodino Vin Diesel que ahora es sólo un retoño. También aparece Stallone, pero apenas en un cameo. Esta nueva entrega se disfruta bastante a nivel visual, pero no está al nivel del original.