Entretenimiento puro en la galaxia Marvel
Y sí. Es gigante. Enorme. Descomunal. Es galáctica la Marvel Studios. No parece haber freno creativo para este universo ya claramente definido como el más prolífico y rentable de la industria norteamericana. También es cierto que todos y cada uno de estos personajes vienen apoyados por décadas y décadas de guionistas y dibujantes, quienes a su vez generaron millones y millones de fanáticos que durante años esperaron por verlos fuera de la historieta y en acción en la pantalla grande. Tres generaciones casi completas es demasiada gente como para no ver el negocio. Hubo varios intentos de adaptaciones anteriores, casi todos fallidos sobre todo en lo visual aunque todavía tenemos pesadillas quienes en los 90’s vimos en el cine Capitán América (Albert Pyun, 1990). Definitivamente es este siglo, estos días, y esta tecnología aplicada a efectos especiales, visuales y de sonido, la que nos permite verlos casi tal cual fueron imaginados.
Esto da pie a entender por qué “Guardianes de la Galaxia Vol. 2” redobla la apuesta en todos los aspectos como para instalarse sólidamente en la grilla de producciones futuras. Si es por lo que se ve aquí, podemos esperar una cada tres años más o menos.
Desde el comienzo entendemos que todo va a estar bien. El tema Brandy de Looking Glass nos lleva a la década del ochenta y a un muy joven Ego (Kurt Russell, rejuvenecido con mucho botox digital y un extra de soporte, realmente un prodigio de los efectos especiales), en plena faena seductora de una bella muchacha. No hace falta adelantar más sobre esta introducción, pero es fundamental para la trama.
Treinta y cuatro años después, muy lejos de allí Peter Quill (Chris Pratt), Gamora (Zoe Saldana), Drax (Dave Bautista), Groot (voz de Vin Diesel) y Rocket (voz de Bradley Cooper) andan luchando contra un tremendo monstruo intergaláctico que amenaza el universo. Pero como sabemos, en esta saga todo es por plata un comercio que casi siempre deja de lado la ética, la moral y otras cuestiones. Es decir, el equipo evita que la bestia se coma un set de “super pilas” pero uno de ellos se afana cuatro o cinco para hacer dinero extra además de intercambiar su lucha por la prisionera Nebula (Karen Gillian), hermana de Gomora. Claro, todos estarán a punto de ser acabados por el ejército de la reina Ayesha (Elizabeth Debicki) hasta que Ego reaparece para salvarlos a todos.
Hay un giro interesante en el hecho de ver cómo Ego trata de hacerle entender a Peter que está frente a su padre, y que es dueño de su propio planeta. Justamente en este eje, el de la paternidad no ejercida, de un lado, y la que se puede elegir, del otro, es donde la trama pivotea y se apoya. Bien podría decirse que esta segunda parte hace hincapié en dos aspectos dramáticos realmente muy bien trabajados: la familia que se elige a partir de la extrema soledad de sus integrantes y los conflictos que cada uno sostiene. Conflictos manifestados fehacientemente pero también aquellos producidos por lo no dicho, lo oculto durante el tiempo. Excepto por Groot, el resto de los Guardianes (y también los cuatro personajes secundarios que aparecen) tienen problemas afectivos enmascarados por lo extrovertido de sus personalidades. Detrás de su accionar hay un dolor latente que por suerte el guión se lo toma en serio, siempre dentro de éste género.
Todo el resto del relato más las subtramas (historia de amor, cuestionamientos existenciales, etc) son agigantados por el guión de Dan Abnett y Andy Lanning, que asumen junto con a la dirección de James Gunn, responsable del Vol. 1 la ardua tarea de tener un muy buen balance entre la acción y los momentos de transición muy bien apoyados gracias al sólido vínculo entre los personajes. Frase aparte para el enorme trabajo de Michel Rooker como Yondu. Se suele destacar poco el trabajo actoral en este tipo de producciones pero lo del actor de Mississippi en llamas (Alan Parker, 1987) es para recortarlo y ponerlo en un cuadro.
Tal vez, para simplificar la cosa, uno deba entender que la gran virtud aquí es la de lograr rápidamente que hasta el espectador más reacio a este tipo de productos termine “entrando” en la propuesta, ya sea porque el ritmo narrativo no da mucho respiro o porque la construcción de personajes, lejos de estar empastada, también es un punto fuerte junto con el humor porque, a no confundirse, esta película es una comedia, de aventuras y en el espacio, pero una comedia al fin.
Es difícil en este elenco numeroso no empatizar con un par de ellos. Por momentos el humor gana el primer plano y resulta extremadamente divertido y curioso sentir cómo este humor naif e inocente (como si hubiese sido escrito por chicos) funciona a la perfección. Algunos gags y remates del texto tienen un pequeño y levísimo (insisto, pequeño y levísimo) barniz a lo Mel Brooks, pero con tempo de sit-com.
“Guardianes de la Galaxia Vol. 2” es un llamado al entretenimiento puro. Es como estar en un cumpleaños visualmente repleto de globos, caleidoscopios, guirnaldas, payasos y Fanta Naranja y efectos de sonido de los viejos video juegos de arcade que dominaron los años ochenta incluidos dos homenajes clarísimos: el Pac Man y el Gálaga.
Más acción, más efectos, más Guardianes (quédese en los créditos finales) y la seria promesa de seguir adelante con m´s volúmenes hasta hacer un “Grandes Exitos”