Emotiva, divertida, vibrante, explosiva. Un combo perfecto de acción, risas, ciencia ficción, buena música y demencia visual del mejor nivel hecho con mucho corazón.
En el año 2014 (y después de estrenar 8 films), Marvel Studios dio la prueba contundente de que en materia de cine de superhéroes tiene la vaca atada y puede hacer películas exitosas con cualquier propiedad bajo su control. Ya no hablamos de personajes icónicos y representativos de la editorial: el increíble Hulk, Iron-Man, Capitán América, Thor; todos personajes de primer nivel con una extensa mitología y muy importantes para la historia del cómic.
De la mente y la imaginación de James Gunn (un irreverente cineasta y ex-músico de rock que dirigió películas como Slither y Super) y basado en la etapa comiquera que inició en 2008 encabezada por Dan Abnett y Andy Lanning, Guardianes de la Galaxia (Guardians of the Galaxy, 2014) fue un éxito masivo que recaudó más de 700 millones de dólares y catapultó a la fama mundial a un grupo de personajes de segunda línea.
El film rescató la estética y la acción de las mejores space operas, sumándole un equipo de heroes reticentes, mercenarios y criminales espaciales que deben unir fuerzas muy a su pesar para salvar a la galaxia. Todo sazonado con grandes dosis de humor, referencias ochenteras, situaciones adultas, un soundtrack excelente y muchas groserías; muy a tono con lo que a Gunn le gusta hacer en sus producciones, demostrando un nivel de control creativo nunca antes visto en la factoría de películas de Marvel.
El Volumen 2 arranca mostrando a nuestros space a-holes trabajando como mercenarios, ya con una dinámica de equipo muy bien aceitada. Después de eliminar a un monstruo interdimensional (y de llevar a cabo una muy divertida secuencia de títulos iniciales) los Guardianes salvan unas baterías sagradas que pertenecen a Los Soberanos, una raza de alienígenas mejorados mediante ingeniería genética para alcanzar la perfección. Rocket (Bradley Cooper) hace que el equipo se meta en problemas con estos aliens dorados al insultar a Ayesha (Elizabeth Debicki), la sacerdotisa de Los Soberanos.
Escapando de la flota de naves enemigas, los Guardianes llegan a un extraño planeta viviente poblado por Ego (Kurt Russell), el avatar del planeta que en sus viajes por el universo se enamoró de la madre de Peter Quill (Chris Pratt). Junto a Ego vive Mantis (Pom Klementieff), su mascota/asistente; una alienígena empática capaz de leer los sentimientos de aquellos a quienes toca. Mientras en otro rincón de la galaxia, Yondu Udonta (Michael Rooker) y su ejército de Ravagers siguen buscando a Star Lord por la humillación sufrida en el film anterior, pero algunos de sus hombres comienzan a cuestionar el liderazgo del hombre de piel azul.
Lo más valorable de Guardians of the Galaxy es la habilidad de Gunn a la hora de tomar todo lo bueno que había fascinado al público en el primer film (el humor, la acción, la música, el increíble diseño de producción, etc) y multiplicarlo por 10. La película pierde en el “factor sorpresa” que descolocó a la audiencia, pero gana en desarrollo de personajes. Los que en la primera entrega se sintieron algo planos y poco explotados en esta nueva película se lucen muchísimo sin opacar al resto.
Presentar personajes es un arte complicado (a veces puede salir terriblemente mal) y más aún desarrollarlos. Gunn logra, además de dar a conocer a los nuevos, desplegar todas las facetas de la personalidad de los demás. Guardians funciona tan bien porque ese rejunte de inadaptados se siente como un verdadero equipo. Star Lord es el lider, Gamora (Zoe Saldana) es la voz de la razón, Drax (Dave Bautista) es el comic-relief y a la vez el soporte emocional del grupo, Rocket es el tipo duro con corazón de oro y así con todos.
El film tiene unos lindos momentos emocionales muy bien logrados que no se sienten para nada forzados ni clichés. En el apartado musical, esta película hace un mejor uso del genial soundtrack que su predecesora: mientras que en la primera la música simplemente acompañaba las secuencias aportando su sonido cool, en esta ocasión la utilizan para contar parte de la historia con la letra.
El desarrollo de personajes, la profundidad emocional y el espacio extra para los personajes secundarios están intrínsecamente ligados al tema principal de la película: la búsqueda de la familia. La dinámica familiar atraviesa no solo a Star Lord y su padre sino también a Gamora y su hermana Nebula (Karen Gillan) un personaje que en su primera aparición se vio relegada a villana secundaria de poco peso.
La película es impecable en todo aspecto visual. Un enorme y bellísimo despliegue de CGI capaz de callar al más acérrimo enemigo de los efectos especiales digitales. Gunn filmó Guardians con cámaras RED Weapon 8K, y esto se nota. El film tiene una apariencia deslumbrante y una calidad de imagen espectacular con gran resolución. El diseño de producción vuelve a destacarse muchísimo y el trabajo de maquillaje y prótesis es muy bueno. La película anterior estuvo nominada al Oscar en ambas categorías (efectos visuales y maquillaje) y su secuela tranquilamente podría repetir ese logro.
Guardianes de la Galaxia vol.2 logra construir otra aventura divertida, vibrante y emotiva junto a este grupo de atorrantes espaciales que todos aprendimos a querer. Los personajes nuevos funcionan muy bien y la película se toma su tiempo para darle más espacio a los personajes relegados y expandir sus historias y personalidades. Quédense hasta el final de los títulos que hay varias escenas más para disfrutar.