Uno de los dichos populares sobre la cultura pop contemporánea expresa que “las segundas partes nunca fueron buenas”. La experiencia ha demostrado que la veracidad de esta declaración está en duda, que hay una manifestada generalización, porque el actual género superheroico, liderado por el MCU, ha regalado segundas partes tanto al nivel de su predecesora, mejores o un poco por debajo, pero siempre “buenas” películas. Para el quinteto más disparejo de la galaxia conformado por Star-Lord, Gamora, Drax, Rocket y Groot, quienes con Guardians of the Galaxy (2014) brindaron aire fresco al Universo de héroes con su estilo irreverente, histriónico y musical, una secuela podía confirmar ese lugar especial que se ganaron en el corazón del público y la crítica o, por el contrario, hacer sospechar que su éxito se basó más en la sorpresa por sus formas y no habría manera de poder redoblar la apuesta con algo distinto y llamativo. Pero Guardians of the Galaxy Vol. 2 llegó y se encarga de minar este estereotipo sobre las segundas partes.