Un poco de comedia
Esta comedia espacial sin mucha intensidad, que apuesta siempre a la ligereza, se mete en problemas cuando quiere avanzar en los plagios a mejores películas. Su simpatía es limitada y podría, con suerte, ser una serie de televisión de esas que pasan sin pena ni gloria. No significa que la película sea indignante o molesta, simplemente se regodea demasiado en la autoconciencia y su ligereza no es tanto una idea del mundo como un distanciamiento cínico para no tener que ocuparse de algún tema en serio o tratar de construir algo. En esta secuela la comedia se le da importancia a la comedia y la acción pasa a un plano menos protagónico, aun cuando hay varias escenas de esas que aburren en su confusión y exceso de efectos visuales. Efectos visuales que permiten construir personajes como Baby Groot y que podrían ayudar al relato, pero son tan feos que terminan por agotar. El universo Marvel, cuya excesiva presencia hace rato que agotó sus posibilidades, sigue con su gran plan de muchas películas que durante todo el año sean las reinas de la taquilla. Algunas son buenas, otras son malas, definitivamente son demasiadas. Guardianes de la galaxia tiene muchos admiradores y goza incluso de prestigio crítico, por lo cual nos dejan en claro que habrá una tercera y, por supuesto, es deseable que sea un poco mejor que sus dos predecesoras. Las canciones muy lindas, sí, pero se pueden escuchar sin necesidad de pasar dos horas viendo esta película.