La segunda parte de la saga confirma el buen momento de los superhéroes más divertidos de Marvel .
Es un hecho, las segundas partes rara vez suelen superar a las primeras, pero Guardianes de la galaxia Vol. 2 hace todo el mérito para seguir siendo lo mejor que ha dado el universo cinematográfico de Marvel en los últimos tiempos. Y aunque está unos escalones por debajo de su antecesora, logra mantener un nivel que vuelve a la saga más prometedora que otras de superhéroes, como Los Vengadores o Los Cuatro Fantásticos.
Una vez más vuelve a ser el humor y la música lo mejor de Guardianes de la Galaxia. La película arranca con un flashback hacia los '80 mientras suena Brandy (You're a Fine Girl) de Looking Glass. El tema y la banda sonora en general no sólo están ahí para musicalizar sino que además se mezclan con la trama (el protagonista viaja con un walkman con varias de las canciones que suenan en el filme).
En la primera entrega, Quill baila en una caverna al comienzo de la película. En esta ocasión es otro el personaje que tiene coreografía propia en los primeros minutos, y la escena es tierna y simpática en partes iguales.
El humor es el otro gran protagonista de la película. El guion está atravesado por el sarcasmo y el cinismo, y las escenas de violencia son matizadas por chistes y música, la mayoría de las veces en forma de videoclip en cámara lenta. En los momentos más emotivos la cinta se vuelve un poco sensiblera y se extraña la risa.
Guardianes de la Galaxia Vol. 2 arranca con el grupo de superhéroes ya consolidado. Con el paso de los minutos se conocerán nuevas facetas de los personajes y de su pasado, y se disparan varias líneas argumentativas. Por un lado, el quinteto es perseguido por unos alienígenas a los que el mapache Rocket robó; Quill se encontrará con su padre Ego y conocerá su planeta. Mientras, Gamora y su hermana intentarán matarse o recomponer la relación, y Yondu sufrirá una rebelión por parte de sus mercenarios.
Los personajes más logrados en esta secuela son Rocket Raccoon y Drax el Destructor, que con su pocas luces se lleva la mayor cantidad de risas del público. Bebé Groot es pura ternura y también está entre lo más logrado de la cinta.
Parrafo aparte merece Chris Pratt como Peter Quill (Star-Lord). El actor encuentra su mejor versión en su personaje, que le calza como anillo al dedo. Es un líder que tiene todo para ser el hilo conductor de la película pero al mismo tiempo deja lugar a que los demás también se luzcan.
Para aquellos que la vean en 3D, Guardianes de la galaxia Vol 2. tiene su mejor momento cuando los superhéroes visitan el planeta de Ego (Kurt Russell).