El amor siempre da sorpresas. Ello lo sabrán muy bien Leo, un joven psicólogo solitario y observador, y Ana, una muchacha emprendedora y vivaz que decide romper su noviazgo con ese muchacho para viajar a España a probar suerte como cocinera. El tiempo pasa y Leo no puede consolarse por esta desunión que él nunca había esperado, y cuando cuatro años después Ana regresa de visita al país, para estar presente en el casamiento de unos amigos en común, el reencuentro entre ambos será difícil, pero inevitable.
El joven inicia un plan para poder reconquistar a su ex novia, pero la presencia de un nuevo amor y varios temas del pasado aun sin resolver van a hacer que la tarea no sea tan sencilla. Yago Blanco, director y guionista del film, se propuso realizar una comedia romántica teniendo como base la historia de una reconciliación donde los dos protagonistas ya se conocen en las buenas y en las malas. Sin duda logró ampliamente su propósito, ya que todo en este relato es simpático, cordial, entretenido y picaresco y se suma a ello un elenco muy bien elegido para este recorrido con varias sorpresas que no sería oportuno descubrir por anticipado.
Mariano Martínez y Eugenia Tobal demostraron sus indudables condiciones histriónicas para dar vida a la pareja central de la historia, muy bien secundados por Peto Menahem, Maju Lozano, Gustavo Garzón y un grupo de jóvenes que sirven de alegre coro a este reencuentro por demás accidentado. La prolijidad del director se da, además, en todos los elementos técnicos que apoyaron con indudable entusiasmo esta comedia que bien vale verse con el ánimo bien dispuesto para la más pura distracción.