En Estados Unidos, la Navidad es cosa seria. Una potencia económica que necesita tener a todos sus habitantes, felices y consumiendo. Y no me digan que es cómo en el tercer mundo, porque no lo es. En otro contexto (el frío, los movimientos familiares para estar junto a los seres queridos con mayores distancias que las nuestras, la fiebre por todo tipo de compras navideñas), la maquinaria necesita impulsar el comercio y la gente también quiere salir al cine en esas fechas.
Desde el Día de Acción de Gracias para acá, es temporada alta. Es por eso que la industria, siempre tiene un puñado de títulos para aprovechar ese deseo de pasarla bien en familia, ofreciendo cine para este público, con el mero objetivo de pasar un rato agradable y no mucho más. Digo todo esto, porque caerle a "Daddy's home two", sin entender el contexto, sería un poco injusto.
Nadie espera para estas épocas una cinta familiar demasiado trabajada. Sólo una propuesta divertida, liviana y que sea bien familiar. Eso es lo que ofrece el round 2 de "Daddy's home" (más de 200 millones de dólares de recaudación global en 2015), la comedia que encabezan Will Ferrer y Mark Wahlberg que vuelve a atacar, con una receta recargada con respecto a la primera entrega.
Para los que no están en tema, "Guerra de papás" trata sobre los problemas habituales de las familias integradas.
Niños que viven con los maridos de sus mamás, estructuras que se va modificando con hermanitos que tienen distintos padres, lo que hoy en día es moneda corriente. Brad (Will Ferrer) y Dusty (Mark Wahlberg) han superado sus diferencias y son "co-papás", en el sentido de que se ocupan de los hijos propios, y ajenos, dentro de sus núcleos familiares. Cuando Megan (Scarlett Estevez) dice en un acto familiar que la navidad en su casa siempre es confusa y displacentera, los hombres de la casa deciden entrar en acción.
La idea es que, para que los niños pasen una linda navidad, las dos familias pasen la fiesta juntos (recordar que Dusty está en pareja con Karen - Alessandra Ambrosio). Pero para complicar más el asunto, llegarán los abuelos de los chicos, Kurt (Mel Gibson en su regreso a las ligas que mejor le sientan) y el inoxidable y tierno John Lithgow (en el rol de Don), que sorprenderá a quienes no lo conocen. Obviamente cada padre tiene una relación con su hijo basada en sus vivencias y Kurt arrastra muchos problemas con Dusty.
Lo que vendrá serán los días previos a la Navidad, todos juntos e intentando pasarla bien. Habrá muchos gags físicos (clásicos de Ferrer, obviamente) y algunos apuntes simpáticos sobre cómo encarar el tema de la crianza de niños que no son hijos propios, en estos atribulados tiempos que corren...
Todos los personajes tienen más líneas que en la original (Linda Cardellini puede delinear algo más en su rol) y hasta vuelve a aparecer en un simpático cameo, John Cena (el papá de Adrianna), para que los fans vean que todos siguen en la misma franquicia, sin sacar los pies del plato.
No hay demasiada sorpresa pero sí no podemos dejar de reconocer (al menos es lo que siento), que "Daddy's home" explora rudimentariamente los problemas de estos tiempos para la familia.
Desde el 2000 para aquí, más del 50 por ciento de los niños que nacen lo hacen en familias ensambladas. Y este hecho no está reflejado en los temas que Hollywood y la industria habitualmente tratan. "Guerra de papás" toma la problemática y la transforma en un paso de comedia básico y esquemático quizás, pero la hace emerger y eso es muy valorable.
Probablemente no sea tan divertida como la anterior, pero si buscan un entretenimiento simple y directo, y además un buen tema para la charla posterior al cine (cómo plantearse la crianza de los niños que tienen tantos modelos parentales), quizás esta sea una alternativa más que válida para esta semana.