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Mark Wahlberg y Will Ferrell, en un diálogo sobre las relaciones parentales abordadas por la comedia que coprotagonizan.
El codirector de Guerra de papás, Sean Anders (comparte su rol con John Morris), descartó que la comedia reflejara demasiados estereotipos para ser, por contra, un largometraje "cálido" que puede ser disfrutado por toda la familia.
"Habitualmente, las comedias se centran en el papel de un solo hombre. En esta ocasión quisimos demostrar el amor de los padres y madres por sus hijos y la unidad familiar", explicó Anders.
"Buddy movie" familiar
A Mark Wahlberg se lo ha visto tanto en acción como en comedia y en ambos géneros, el hombre se mueve como pez en el agua, más allá de los resultados de calidad final de las producciones en que participe.
La saga Ted, Transformers: edad de la extinción, Los infiltrados, El luchador, Boogie Nights, son unas pocas de las 45 que reunió hasta la fecha en una carrera que el norteamericano de ascendencia multinacional comenzó desde muy jovencito.
A Will Ferrell, en cambio, rara vez se lo ha visto en un título que no lleve el dominante "comedia" en la calificación, y es uno de esos humoristas norteamericanos para aferrar con fuerza o dejar de lado con absoluta convicción.
Pero sus 50 títulos en el haber más unos cuantos guiones para actuación propia y ajena lo ubican como uno de los comediantes contemporáneos más importantes, que se ha dado el gusto de trabajar con figuras de primerísima línea, como John C. Reilly, Nicole Kidman, Eva Méndez, Dwayne Johnson, Sacha Baron Cohen, Adam McKay, Maggie Gyllenhaal, Emma Thompson, Dustin Hoffman, Queen Latifah, Mel Brooks, Matthew Broderick, Nathan Lane, Ben Stiller, Owen Wilson, Uma Thurman -la lista sigue in crescendo- y con todas ha logrado un feeling que muchas procuran repetir.
Las pruebas al tanto: en Guerra de papás se reúne con Wahlberg, con quien ya había compartido cartel en Los otros dos (2010).
En la película Will Ferrel es un apacible ejecutivo de radio que lucha por convertirse en un buen padrastro para los dos hijos de su esposa, pero las cosas se complican cuando llega el padre (Mark Wahlberg), obligándolo a competir por el cariño de los chicos.
Para colmo, la imagen ganadora de su adversario intimida a este hombre oficina y lo coloca en clara desventaja , independientemente de una manifiesta vocación de padre de familia y de sus buenas intenciones respecto del bienestar de su nueva familia, con ex-incluido.
Con experiencia compartida y un vínculo indiscutíblemente fluido en la escena, Wahlberg y Ferrell hacen de esta buddy movie (película de parejas desparejas) familiar una comedia con muy buenos momentos, a pesar de la escasa originalidad de la historia.
Pero si aquí los importante que es el qué y el cómo, el efecto se logra y, en el trabajo, al dúo en danza lo secundan con gracia un par de chicos, Scarlett Estevez y Owen Vaccaro.
Se agradecen, además, las participaciones de Thomas Haden Church, Bobby Cannavale, Vince Vaughn; esas apariciones ocurrentes que condimentan el espectáculo y le dan una cuota de disfrute extra al cinéfilo.