Batalla virósica
Un extraño y desconocido virus azota al planeta. Las personas se convierten en zombis y hay que hallar la forma de frenar el contagio. La premisa no es original, ni intenta serla. La apuesta consiste en presentar algo más que trillado de otra forma, más realista, y para ello cuentan con Brad Pitt, actor que no es lo que se dice un "duro", sino más bien todo lo contrario.
En esta ocasión, Pitt encarna a Gerry Lane, amante esposo y padre de dos niñas. Su familia lo es todo para él y por ella se alejó de un oficio peligroso al servicio del gobierno. Pero ahora, ante la crisis que enfrenta la humanidad, la ONU lo convoca nuevamente para que ponga su experiencia al servicio de la causa: encontrar la cura para la pandemia.
En el inicio apenas se esbozan las características de los protagonistas para dar, rápidamente, paso a la acción. El caos se presenta a gran escala, los efectos especiales son puestos al servicio de la espectacularidad en busca de hacer la diferencia respecto a otros filmes del género. Acá no se trata de emular a un videojuego donde el objetivo solo es matar zombis. El relato procura que eso sea algo secundario dentro de una trama donde seguimos a un héroe -que lo es a su pesar-, en su intento de hallar la solución al problema mundial. En el medio, algunas menciones nada críticas sobre las manipulaciones realizadas por los laboratorios y las pandemias globales usadas como armas de ordenamiento político.
"Guerra Mundial Z" es otra de zombis, mas su mérito está en no presentarse en plan "bizarro" ni con más pretenciones que la de ser un filme de acción, bien presentado, con gran espectacularidad y buenos momentos de tensión. No mucho más, ni menos.