Rápidos y furiosos
Con los recientes estrenos de Oblivion, Después de la Tierra, la maravillosa introducción de El Hombre de Acero y las esperadas Star Trek 2 y Pacific Rim, parece que el cine de ciencia ficción es la nueva moda en Hollywood. Pero si Brad Pitt está detrás de esta producción, no esperen ver ni una gota de sangre. El actor que, luego de filmar La Gran Estafa invirtió en un casino con su amigo Clooney, ahora es un hombre de familia, que al parecer ya no elige sus papeles solo por diversión y hace tiempo se volvió un poco aburrido y predecible en la pantalla grande. Lo que quiero decir es que esta es una película familiar de zombies, que podría ubicarse en un punto medio entre ParaNorman o Zombies Party –por su coqueteo con la parodia- y lo que hicieron Snyder o Romero. El tema es que, a lo que menos se parecen estos zombies es justamente… a zombies: pueden ser dos cosas, o velociraptors hambrientos o un grupo de fanáticas de Justin Bieber en celo. Eso sí, como decía, olvídense de ver escenas sangrientas a lo Walking Dead, tripas, vísceras, cuerpos teñidos de rojo o cualquier tipo de gore que se les ocurra...