Max Brooks es el autor de la novela “Guerra mundial Z” que en el 2006 presentó una propuesta muy original relacionada con los zombies.
El libro describía a modo de trabajo periodístico la crónica de lo que había sido la batalla mundial contra los muertos vivientes, desde la aparición del primer caso hasta el fin del conflicto.
Una obra muy creativa que trabajó esta clásica historia en la literatura con un enfoque distinto.
El éxito del libro generó que en Hollywood enseguida quisieran hacer la película y fueron Leonardo DiCaprio y Brad Pitt los productores que se mataron e hicieron todo lo posible para conseguir los derechos.
Finalmente ganó Brad, quien ya había tenido la experiencia de adaptar libros complicados en el cine como fue el caso de Moneyball.
Como amante de las historias de zombies disfruto cualquier cosa que se haga con ellos, ya que me parecen conceptualmente interesantes.
No tanto el zombie y la violencia, sino lo que genera su aparición en la humanidad.
Guerra mundial Z es una película que se disfruta y tiene buenos momentos pero no está para nada a la altura de grandes filmes que vimos en los últimos años como REC (la primera), las dos entregas de Exterminio, que dirigieron Danny Boyle y Juan Carlos Fresnadillo o la remake de El amanecer de los muertos, de Zack Snyder.
Dentro de las característica positivas se destaca el hecho que acá desarrollaron un conflicto de escala global.
Es decir, en todos los filmes de zombies siempre nos enteramos que se trata de una epidemia internacional pero la trama se desarrolla en una locación en particular.
En este caso el protagonista recorre el mundo y uno puede ver como el surgimiento de los zombies afecta a distintos países.
Eso me parece que es lo más interesante de todo.
Guerra mundial Z tiene dos inconvenientes notables.
El primer lugar, los muertos vivos quedaron muy desdibujados. Hay buenas escenas como la pirámide zombie que se forma en Israel, pero después la cámara parece estar más interesada en retratar el rostro de Brad Pitt.
En la serie The Walking Dead esto se trabajó de manera mucho más efectiva.
Es decir, tenés bien elaborado el drama humano pero cuando los zombies aparecen se destacan a lo grande.
Acá las secuencias de acción parecen editadas por gente de CNN donde los ataques que sufren los sobrevivientes no son tan sangrientos como vimos en otros filmes.
Creo que Brad Pitt (este es el segundo problema) como productor la pifió al delegarle la dirección a Marc Forster, quien demostró que el cine de terror no es lo suyo.
Este muchacho que hizo películas dramáticas como Neverland (Johnny Depp) y Cambio de Vida (Halle Berry) acá probó que no tiene idea de cómo trabajar una historia de este tipo y por eso es complicado destacar a este estreno como un film de terror.
En todo caso es un thriller con zombies que se deja ver principalmente por el hecho que Pitt se cargó solo con su presencia toda la trama.
También le jugó en contra que quemaron las mejores escenas en el avance, algo que me sigue pareciendo inexplicable.
Los primeros 15 minutos hasta que el protagonista y su familia son evacuados en un portaaviones son excelentes y tiene muy buenos momentos de tensión, pero después el director no logra sostener su narración con la misma intensidad y es como que la película se desinfla.
Para que quede claro.
No es para nada una mala propuesta y se deja ver si te gustan los zombies pero para ser una superproducción de Hollywood uno hubiera esperado algo mejor.
¿Y el 3D?
Bien, gracias, manda saludos para todos.
La verdad que en este estreno no aporta absolutamente nada, salvo para hacerte pagar la entrada más cara. No tiene una funcionalidad específica como si lo podrías disfrutar en El Gran Gatsby que valía la pena verla de esa manera.
Acá es irrelevante.
Si bien Guerra mundial Z no es la gran película de zombies que uno hubiera querido ver podés entretenerte un rato si te gustan los cuentos con estos personajes.