Guido Fuentes es un hombre boliviano de 45 años que vive en la Villa 31 de Buenos Aires. Allí, desde 2009, dirige una agencia de modelaje. La película sigue sus pasos cuando aspira a conseguir el éxito de dos de sus modelos y profundiza en la historia de este romántico de origen humilde (“el Pancho Dotto de la 31”), que intentó todas hasta que encontró una: poder concretar el sueño de la independencia, y así exponer la realidad de todos aquellos que, como él, también tienen pasiones por las que luchar.