Siguiendo los pasos de LIAM NEESON, SEAN PENN se recicla como héroe de acción maduro, en este correcto thriller de acción, de estética europea y con una trama políticamente correcta en la que se dan cita varios tópicos del cine de espionaje internacional. Eso sí, plagada de lugares comunes, pese a sus pretensiones de denuncia, lo más interesante del filme, resulta de una puesta en escena que nunca reniega de lo mejor del género. El francés PIERRE MOREL muestra su buen pulso a la hora de rodar las secuencias mas adrenaliticas, sin caer en el recurso del videoclip, gentileza de la escuela de LUC BESSON. Otro punto fuerte, es la presencia de algunos secundarios de lujo, como JAVIER BARDEM (haciendo gala de su histrionismo una vez más) Una rara ocasión de ver a PENN en un papel arriesgado, que pese a los prejuicios, le sienta bien.