A esta altura de las circunstancias ya se encuentra instalado en el mercado hollywoodense el llamado método Besson para iniciar una saga de acción. El director de "El Perfecto Asesino" y "El Quinto Elemento", hace años viene colocándose en el rol de productor de una decena de films de acción, producidos a medias por su equipo francés y una productora estadounidense; y más o menos repiten todos los mismos esquemas.
Director francés, galan de acción maduro que suele venir de otro género, una mujer en peligro muy probablemente más joven que él, un pasado que viene a cobrarse revancha, escenas de acción que oscilan entre el vértigo automovilístico y las explosiones causadas por armas de calibre mediano, villanos que no entienden que se enfrentan al mejor de la materia, y escenarios internacionales presentados cuasi turísticamente.
Esto pudimos verlo en "El Transportador" (que este año presenta una temprana remake), "Búsqueda Implacable", "Tres días para matar", o "MS1: Máxima Seguridad", entre otras, y ahora es el turno de "Gunman: El Objetivo", que no obstante presenta algunas características propias que le otorga su actor principal. Sean Penn es Jim Terrier, un soldado, agente encubierto en tierras del Congo al cual se le encarga asesinar al Ministro de Minería de ese país. El hombre debe cumplir, pero el hacerlo lo obliga a abandonar la vida que había formado en dicho país, incluida Annie (Jasmine Trinca), que se la disputa junto a su colega Felix (Javier Bardem).
Terrier, es entonces un soldado, agente encubierto en tierras del Congo, al cual se le encarga asesinar al Ministro de Minería de ese país. El hombre debe cumplir, pero el hacerlo lo obliga a abandonar la vida que había formado en dicho país, incluida Annie (Jasmine Trinca), que se la disputa junto a su colega Felix (Javier Bardem).
Pero el tiempo pasa, y Jim, otra vez en Congo, vuelve a ser el blanco a eliminar, por lo cual, aún traumado por lo que perdió, decide ponerse de nuevo en acción, descubrir lo que se oculta detrás de su cacería, y de paso, recuperar a Annie.
Por supuesto, que este viaje de huída y reconstrucción lo llevará por distintos puntos europeos (principalmente España), encontrarse con viejos compañeros (entre ellos un inoxidable Ray Winstone y el pillo de Javier Bardem) y tener que colaborar con un agente de Interpol a cargo de Idris Elba (que ya prepara su carta de presentación por si es elegido como el futuro 007); todo muy al pie del manual.
La película no presenta mayores sorpresas, funciona a tracción de clichés y lugares comunes; pero también son esos clichés y lugares comunes que el público adepto a estos films ama. Por otro lado, en el primer tramo del film, se asoma un entramado político más cercano al Penn de los últimos tiempos, una verdadera lástima que esa historia sea abandonada de raíz cuando se entrega a la acción profunda.
Dirigida por Pierre Morel (el mismo de la primer "Búsqueda Implacable"), basada en una novela de Jean-Patrick Manchette y co-adaptada por el propio Penn, Gunman no es el mejor ejemplo de la fórmula Besson, en eso, la franquicia protagonizada por Liam Neeson y la iniciada por Jason Statham ganan la cabecera abiertamente; quizás por poseer al héroe que más incómodo se lo ve en su rol de acción.
Algunas escenas exageradas, otras que tienden a la risa, nada demasiado grave, pero lo fundamental, es que posee el ritmo necesario para no aburrir. "Gunman" no será la mejor, pero demuestra que el método Besson sigue siendo rendidor, por lo menos para sus adeptos.