Con una película que acepta más de una lectura, el director y actor italiano Nanni Moretti consigue poner en el centro de la escena la cuestión espiritual en un mundo eminentemente material, a través del dilema que atraviesa un hombre que es elegido como el nuevo Papa de la religión católica, pero que no se siente capaz de asumir semejante responsabilidad. Con tono de comedia y una mirada que elude la política palaciega, el cineasta enfoca a los hombres que deben consolidar el gobierno de la Iglesia en El Vaticano. Una buena película en la que algunos verán una comedia liviana y sentimental, y otros, una mordaz crítica a los anacronismos y a la ferocidad de un poder que se encuentra a muchísima distancia del Jesús que recorría Galilea anunciando la buena nueva.