Un cuento americano
En “Había una vez... en Hollywood” Tarantino vuelve a desplegar sus obsesiones cinéfilas para abordar un contexto específico de la cultura norteamericana (el fatídico año de 1969 cuando se llevaron a cabo los crímenes de Charles Manson y su grupo de seguidores), tal como en su momento lo hiciese con el nazismo en la grandiosa “Bastardos sin gloria”.
La historia se centra en la relación entre Rick Dalton (Leonardo DiCaprio), un actor que se volvió popular durante los años 50 por su protagónico en un western televisivo, y Cliff Booth (Brad Pitt), el doble de riesgo de Rick que además es su confidente y ayudante. Ambos se encuentran afrontando la debacle de sus carreras, mientras en paralelo se desarrolla el ascenso como actriz de Sharon Tate (Margot Robbie) durante su estadía en Cielo Drive. Con esta base, Tarantino nos pasea por los interiores de la industria hollywoodense, desde decorados de programas de televisión hasta fiestas en la Mansión Playboy.
“Había una vez... en Hollywood” es otro gran acierto en la carrera de Tarantino, no solo por las excelentes actuaciones de DiCaprio y Pitt, sino por el tratamiento narrativo y técnico que se destacan a lo largo de sus casi tres horas de duración. Por otro lado, su postura a contramano de los productos convencionales que invaden la cartelera semana a semana, es de por sí motivo suficiente para considerarla entre lo más interesante que se pueda encontrar en las salas de cine.