El infinito devenir del arte.
El arte es una disciplina que en su mejor expresión nos pone en contacto con nuestro abismo interior y nos permite canalizarlo en algún género u opus particular para explotar hacia el mundo. De esta forma, el arte toma el control de nuestra vida llevándonos por caminos íntimos en una serie de movimientos de sístole y diástole como metáforas de la introspección y el estallido interior que producen obras que transforman la forma en que percibimos y habitamos el mundo.
Habitares es en este sentido un documental sobre la búsqueda de la identidad personal y la identidad del arte como elección de vida y como forma de habitar el mundo. A través de confesiones de Herta Scheurle, una actriz de teatro que trabajó casi toda su vida como profesora de alemán, la joven directora Marina Zeising traza su propio camino en su ópera prima para intentar entender qué es el arte y cómo se autoconstruye el artista.
Con su historia, Herta -de sobrenombre artístico Sonia Staber- interpela a Marina al confesarle su doble vida. En una de estas vidas la actriz, recientemente jubilada como profesora, da clases de alemán en colegios para vivir. En su otra vida, es una actriz que, abandonando la casa de sus padres en Argentina, emigró a Europa para estudiar teatro en Alemania, donde conoció a principios de la década del sesenta al multifacético y prolífico Rainer Werner Fassbinder, uno de los grandes directores del nuevo cine alemán surgido tras la derrota alemana en la Segunda Guerra Mundial.
Viviendo en la comuna de artistas que el director, guionista, poeta, escritor y actor había creado en Múnich, Herta consigue un papel en una película de Fassbinder, pero diversos avatares alejan a Herta de Europa y de la fama y de esta manera surge la gran contradicción del film. La vida de un artista exige una entrega absoluta y constante, y la vida lleva a Herta a optar finalmente por la seguridad de su profesión docente, abandonando su carrera de actriz y participando ocasionalmente en algunos cortos y obras de teatro durante los siguientes treinta años.
Todo este devenir artístico, y la agudeza y pasión de Herta, llevan a la directora de Habitares a preguntarse sobre el arte, el amor, la vida y la mirada felina que nos devuelve nuestra inocencia salvaje, esa que indaga en la identidad artística. Aquí predomina la mirada introspectiva de Herta, orientada a cumplir su sueño de retomar su carrera como actriz para finalmente ser feliz en el escenario como siempre soñó, desde que era una niña. Habitares es una forma de buscar habitar el arte y la vida como un movimiento para ver el mundo a través de dos generaciones de artistas que se encuentran causalmente… y esto no es casual.