Vanguardia
Planos fijos (menos el último) de unos 10 a 15 segundos cada uno sobre una Buenos Aires vacía. Sí, edificios, casas, calles, parques, talleres, fábricas, bares y subterráneos filmados en esos raros momentos del día en que están sin gente. Si la idea del director de Martin Blaszko III puede sonar en principio demasiado “programática”, el resultado (desde lo cinematográfico, lo arquitectónico y lo sensorial) es muy interesante. Y más que eso: este mediometraje a-lo-James Benning tiene bastante de inquietante, fantasmagórico y, por qué no, apocalíptico ¡Qué absurda y contradictoria es la ciudad! ¡Y qué linda es sin gente!