Rob Zombie nunca quiso hacer esta película.
El único motivo por el que aceptó hacer la secuela fue que no quería que otro director jodiera su visión personal de Halloween.
El cheque que le dieron los hermanos Weinstein es anecdótico.
Zombie no es un artista que tenga problemas para llegar a fin de mes. De hecho, estaba trabajando en otra película (Tyranossaurus Rex, que se conocerá en el 2013) cuando surgió el tema de la secuela.
Esta segunda parte deja la sensación que el espíritu de Lucio Fulci estuvo visitando los sueños del director mientras laburaba en la pre producción.
Halloween 2 es un film que se caracteriza por ser una propuesta mucho más brutal, morbosa y violenta que la primera entrega.
Las acciones de Myers en esta película convierten a la última versión de Jason Voorhes en una princesa de Disney.
Todo el aspecto introspectivo relacionado con el protagonista quedó afuera, acá el asesino no para de matar gente desde el momento en que aparece en la pantalla con escenas ultraviolentas.
Es como si Zombie hubiera manifestado su bronca de tener que hacer una secuela que no había planificado en el modus operando del asesino.
Michael ya no se contenta con apuñalar, sino que además hace una carnicería con los cuerpos.
La visión personal de director con esta historia pasa por evocar el cine Grindhouse de los años ´70 y ´80 y en esta segunda parte me parece que esto está mucho más claro.
La trama, como era de esperarse, tiene más huecos que un colador, porque el final de la primera parte no daba para una continuación.
Pese a todo, Zombie se las arregló para generar buenos momentos de tensión y dramatismo. Hay una serie de secuencias de sueño relacionadas con un personaje que están magníficamente elaboradas.
Algo que llama la atención es que los protagonistas presentan cambios radicales.
Laurie Strode pasó de ser una adolescente ingenua a una groupie sucia que colecciona postres de Charles Manson, mientras que el Doctor Loomis ahora es un completo imbécil despreciable que no tiene nada que ver con el hombre que conocimos en el primer film.
En el segundo caso principalmente, me parece que Zombie la pifió porque el cambio le jugó en contra al personaje que ahora no genera ningún tipo de simpatía.
Un sorpresa en el reparto (y esto es loco porque no lo esperaba) resultaron Tyler Mane quien interpretó a un Myers absolutamente aterrador, especialmente cuando está sin la máscara, y Sheri Moon Zombie como el fantasma de la madre de Michael que está excelente en ese personaje.
Lamentablemente en la continuación se quedó afuera Daeg Faerch, el chico que había brindado un gran trabajo como el pequeño Myers. Esto se debió a que en el último tiempo creció bastante y ya no daba para que repitiera el personaje.
El nuevo actor a cargo de ese rol no tiene el talento de Faerch y es claro que el director evitó exponerlo demasiado.
Lo mejor de la película es el increíble diseño de producción, donde hicieron un trabajo excelente en algunas secuencias surrealista de sueños y los efectos especiales.
Hay algunos momentos de violencia que son duros de ver y están realizados con mucho realismo.
Por supuesto no falta una banda sonido decente donde se escuchan temas de Lynyrd Skynyrd, Rod Stewart y Motorhead.
Halloween 2 no es para nada una obra maestra, pero frente a otras porquerías que se estrenaron el año pasado como Destino Final 4 o Actividad Paranormal, es una propuesta decente dentro de este género.