No es tan difícil. La original (la de la musiquita) es de 1978, fue dirigida por John Carpenter e inauguró lo que luego se llamó cine slasher, donde hay un maníaco que mata todo lo que se le cruza. De 1981 es la segunda parte y de ésta es la remake que inaugura la cartelera de terror de 2010 en Rosario. Aquí Mike Myers no se murió nada y persigue a sus víctimas guiado por el blanco fantasma de su madre. El filme pretende dar explicaciones lógicas a la locura de un monstruo que mientras tanto rompe y corta en pedazos a sus perseguidos. Así, abunda la sangre y un coro de gritos por momentos atronador en un marco argumental archiultraconocido y donde todos saben quiénes serán los próximos muertos. Entonces, ¿cuál es el objetivo de hacer una película de nuevo? ¿Será uno más de los ya vilipendiados tributos? ¿O faltarán ideas? Habrá que preguntarle a Zombie.