Michael Myers versus el pueblo de Haddonfield
La nueva continuación de David Gordon Green es una entretenida slasher convencional que ahorra explicaciones y multiplica asesinatos truculentos.
Halloween Kills (2021) es de esas secuelas que entienden que ante la falta de nuevas ideas es mejor duplicar las originales. Más muertes, más personajes y más regresos al film original.
Pensada en términos de fan service, el film producido por la Blumhouse, regresa a personajes de la película de Carpenter de 1978 y al revival con Jamie Lee Curtis estrenado en 2018.
Laurie Strode (Jamie Lee Curtis) está toda la película en el hospital con una herida en el estómago producto del enfrentamiento con Michael en la película anterior. Por ende el argumento tiene que buscar nuevos personajes que se hagan cargo de hacer avanzar la narración. Entre ellos aparecen su hija (Judy Greer) y nieta (Andi Matichak), que también estaban en el film anterior, personajes cincuentones que eran niños en el film original -Lindsey Wallace, Tommy Doyle y Leigh Brackett, entre otros- y toda una gama de extravagantes miembros de Haddonfield, el pueblo que organizan una horda al estilo Frankenstein (1932) para liquidar a la bestia.
El mejor de todos es Tommy Doyle (Anthony Michael Hall) el chico rubio de El club de los cinco (The Breakfast Club, 1985) que en la película de John Carpenter era uno de los niños bajo el cuidado de Laurie en su rol de niñera. Ahora está viejo, gordo y pelado y comanda el linchamiento a Myers para sanear al pueblo.
En ese sentido la lectura de la película es “el monstruo es la encarnación del mal pero también representa el mal inherente a todo el pueblo”. Las dos caras de la misma moneda, con la toma del Capitolio como fenómeno social sobrevolando la escena del hospital. Michael Myers es definitivamente un personaje arquetipo que no contiene ningún rasgo humano (no se lo puede matar ni comprender) y funciona por aquello que representa. Y por sobre todas las cosas, ¡hay que matarlo como sea!.
Pero salvo por esa lectura algo interesante y algo tirada de los pelos, Halloween Kills es un entretenido film de terror a la vieja escuela. Pone la imaginación en las muertes con desmembramientos gore (con divertidas dosis de humor negro) y mezcla personajes e información con la liviandad de un serial sin ningún otro sentido que el de elaborar un pasatiempo reconocible.