Luego de una muy decepcionante segunda entrega de este reinicio del clásico creado por John Carpenter, llega a nuestras salas Halloween: la noche final, donde veremos el final de la tetralogía (si tenemos en cuenta el nuevo canon). Así que sin más cháchara, veamos que tal salió esta “tercera” entrega.
Ahora veremos como Laurie decidido rehacer su vida tras los acontecimientos del Halloween de hace cuatro años. Pero el mal nunca muere, y un encuentro final entre nuestra protagonista y la muerte se volverá a dar, pero no de la forma que todos pensaban.
El año pasado tuvimos Halloween: Kills. Aquellos que me conocen saben que la puse entre las peores películas del año, debido principalmente a que el guion seguro que no pasaba de las veinte hojas, y con una Jamie Lee Curtis que solo pasó por caja grabando todas sus escenas en un día; y el colmo, un intento de moraleja final bastante ridículo para lo que es la saga en sí. Bueno, al parecer muchos pensaron igual, porque Halloween: la noche final cambia bastante con respecto a su predecesora.
Esto lo decimos, porque de entrada se nos intenta dar una historia nueva, y no solo un fanservice que ate cabos y ya. En este sentido, al menos quien les habla, entiendo a donde quisieron apuntar con este planteamiento, pese a que en los créditos iniciales vi que había cuatro guionistas (ya sabemos que mientras más gente mete mano en el guión, peor sale). Pero habrán notado que use la palabra “intenta”.
Y esto lo digo porque de buenas intenciones no se vive, y pese a tener un buen planteamiento, Halloween: la noche final a nivel argumental tiene varios baches, con momentos que rozan lo ridículo; y que incluso nos haría plantearnos la forma de actuar de los personajes, sobre todo, de aquellos que ya conocemos de entregas anteriores.
Por suerte el trio compuesto por Jamie Lee Curtis–Andi Matichack–Rohan Campbell se cargan sus respectivos personajes a sus espaldas de muy buena forma, disimulando bastante las falencias que tenían en el papel, y dándonos personajes un poco más humanos, pese a las decisiones absurdas que viven tomando.
En conclusión, Halloween: la noche final es un decente cierre para esta nueva trilogía (sin contar la entrega original). Debería ser la última, ya que en la vida todo tiene que terminar, y es hora que Jamie Lee Curtis se despida del papel que le dio fama mundial. Y si es con una correcta película, mejor que mejor.