"Halloween: la noche final": ¿se acaba la saga?
solo por la funesta fama del número sino porque se trata de una cifra asociada a Martes 13, la otra gran franquicia del universo del slasher, el popular subgénero protagonizado por asesinos seriales con armas blancas.
La noche final representa además el cierre de la trilogía dirigida por David Gordon Green, que comenzó en 2018 con Halloween, que no solo replicaba el título original, sino que eliminaba las secuelas intermedias, para continuar la historia 40 años después como si nada. En esta línea, Laurie Strode, la víctima original y némesis de Michael Myers, tiene una hija y además es abuela. Ya en Halloween KIlls (2021), el asesino logra matar a la hija de Laurie, haciendo que ahora viva sola con su nieta. Pero la nueva película no arranca ahí, sino que introduce un nuevo personaje: Corey, un joven estudiante que se gana la vida como babysitter y que en la noche de Halloween de 2019 mata accidentalmente al chico que estaba cuidando. Corey terminará enamorado de Allyson, nieta de Laurie, pero acosado por sus propios traumas jugará un extraño rol ante el enésimo retorno de Myers
Aunque no está a la altura de la interesante relectura que Green conseguía hacer en el inicio de su trilogía, La noche final encuentra en Corey un elemento que permite algunos apuntes sobre las reacciones de quienes padecen algún tipo de victimización. Eso hace que Laurie y Corey se atraigan y se repelan a lo largo del relato, generando una de las líneas de tensión que lo articulan. Tales elementos permiten que la trilogía (¿y la saga?) lleguen de manera digna a su epílogo, donde todos los elementos se alinean para poner en escena el anunciado final. El mismo no solo viene a cerrar el trauma individual de Laurie, sino también el colectivo: el que sufren los habitantes del pueblo de Haddonfield, quienes desde hace 45 años soportan matanza tras matanza. Habrá que ver si a partir de ahora el cine los deja salir a celebrar tranquilos la Noche de Brujas.