En 2018 se estrenó el comienzo una nueva trilogía de «Halloween», una de las franquicias de terror más populares, interesantes y queridas iniciadas por John Carpenter en 1978, uno de los maestros de este género. David Gordon Green se puso al frente de este soft reboot, que nos ofreció una lograda primera parte, combinando nostalgia con un buen tributo a la historia original. La segunda entrega, «Halloween: Kills», fue más floja. Si bien introdujo un concepto interesante como es la construcción de la violencia social y cambió las reglas de juego con Michael Myers, tuvo algunos inconvenientes como que la protagonista estuvo bastante desdibujada.
Ahora llegó a las salas «Halloween: La noche final», película que se sitúa cuatro años después de los acontecimientos de su antecesora, y que promete darle un cierre a esta franquicia. Ahora Laurie vive con su nieta Allyson y está escribiendo sus memorias. Desde ese momento en el cual la comunidad linchó a Michael Myers, no se lo ha vuelto a ver. Es así como ella decidió finalmente dejar atrás el miedo y la rabia y seguir adelante con su vida. Pero cuando acusan a Corey Cunningham de matar a un chico al que estaba cuidando, se desencadena una cascada de violencia que obligará a Laurie a enfrentarse de una vez por todas con una maldad que no puede controlar.
Al igual que sucedió con el film anterior, quisieron seguir profundizando en la violencia social y, particularmente, se ahonda en cómo alguien bueno puede convertirse en malo o asesino a causa del bullying, las críticas y el destrato que puede recibir por parte de la comunidad. Además, se muestra la transmisión del mal de una persona a otra.
Si bien podemos entender esta vuelta de tuerca que quisieron darle a la historia para no seguir siempre la misma fórmula, se le dedicó demasiado tiempo a desarrollar a un personaje totalmente nuevo en la franquicia, con el que no terminamos de empatizar demasiado, haciendo que no nos involucremos con lo que le pasa.
Por otro lado, no se siente tanto la esencia de «Halloween», careciendo de persecuciones y enfrentamientos recurrentes entre Michael Myers y Laurie, como sucedía en otras oportunidades. Podemos entender que Michael pudo haber quedado debilitado luego del final de la cinta anterior, pero igualmente se lo redujo a muy pocas apariciones. Tanto él como Laurie fueron dejados de lado en gran parte del film, como había pasado con el personaje de Jamie Lee Curtis en la película anterior. Las acciones más importantes terminan pasando por otro lado.
Cuando uno se propone a ver el final de una franquicia que comenzó hace años espera un relato de épicas proporciones donde el bien (encarnado en Laurie) y el mal (encarnado en Michael) confronten, pero esto no lo tenemos hasta los últimos 20/30 minutos de la cinta. Es ahí donde podemos tener un poco de esa chispa característica de «Halloween» con momentos de tensión, violencia y gore, pero no es suficiente para dejarnos conformes.
Jamie Lee Curtis siempre se encuentra muy bien en este rol. En esta oportunidad, trata de cerrar un capítulo en su historia a pesar de sus miedos, su soledad y tener que vivir con la mirada del resto de la sociedad que, en vez de culpar a Myers de todos los males, la responsabilizan a ella. La actriz realiza un buen trabajo interno y dramático. El resto del elenco también se encuentra bien, a pesar de que se centra más que nada en dos o tres personajes.
En cuanto a los aspectos técnicos todo es muy correcto. Contamos con la banda sonora característica que nos marca la presencia de Michael Myers como también la escenografía oscura y nocturna. A pesar de tener algunos jumpscares para impactar al espectador, tampoco resulta ser una trama demasiado terrorífica.
Es decir, «Halloween: La noche final» tiene algunas ideas interesantes pero su ejecución no termina de convencer. Podemos entender que hayan querido ser más originales e innovadores o transmitir mensajes más profundos pero en el camino se perdió parte de la esencia del film. Podrían haber hecho una historia diferente que no se llamara Halloween y tal vez podría haber sido más eficiente. Esta cinta no se siente a la altura de lo que esperábamos de un cierre de trilogía ni franquicia, principalmente porque no se le da el lugar necesario a sus protagonistas.