EL MAGO KEATON
Hambre de poder es la historia épica de cómo un bolichero que vendía hamburguesas terminó siendo una de las corporaciones que definen la imagen del imperio americano en todo el mundo. La película es casi tan eficiente como la casa de comida de los arcos dorados: rápida, razonablemente satisfactoria pero su valor cinematográfico es directamente proporcional a los valores nutritivos de la más famosa de las hamburguesas de la famosa casa de comidas rápidas.
El hombre que hizo que el pequeño y eficiente local de hamburguesas de los hermanos Dick y Mac McDonald llegara a convertirse en una corporación, fue un sujeto llamado Ray Kroc que antes de la epifanía se dedicaba a recorrer el país vendiendo productos suyos o lo que hubiera para vender. Ray veía que la vida se le iba por la canaleta de la venta al menudeo hasta que en un momento le llamó la atención era volumen de compra de un lugar perdido en la América profunda. Eran los bolicheros de McDonalds que estaban orgullosos de haber hecho de su tinglado un negocio eficiente y concurrido. Kroc recibió una visita guiada por el local y no paró hasta lograr meterle a los hermanos la idea de vender franquicias del lugar.
A partir de allí se estableció una verdadera guerra de voluntades, por un lado el bueno de Ray soñaba con invadir América con los arcos dorados, mientras que los pesados de los McDonalds se empeñaban en cuidar el producto con una especie de fundamentalismo de las hamburguesas que terminó por terminar con la paciencia de Ray, que decidió traicionarlos y despojarlos del negocio, de la franquicia y de sus sueños. El relato pasa entonces de contar la historia de hombres que luchan por llevar sus hamburguesas de costa a costa de los Estados Unidos a mostrar la historia de un hombre de negocios que se harta del fanatismo por la hamburguesa de sus socios y los despoja poco menos de hasta su apellido y hasta por un momento el relato parece producido por la competencia.
El que salva a la película de ser un completo desastre es Michael Keaton, que se mete en la piel de Ray Kroc y saca de ese tipo al que uno no le compraría ni un auto usado un personaje de una fuerza arrolladora. Si quieren ver como un actor remando y luciéndose en una película que no lo merece, Hambre de poder es un film paradigmático en ese sentido. Todo el resto puede llegar a caer tan pesado que la hamburguesa de rigor acompañada de papas fritas con cheddar y bacon.
HAMBRE DE PODER
The Founder. Estados Unidos, 2016.
Dirección: John Lee Hancock. Intérpretes: Michael Keaton, Nick Offerman, John Carroll Lynch, Laura Dern, Linda Cardellini, B.J. Novak, Patrick Wilson, Linda Cardellini y Justin Randell Brooke. Guión: Robert Siegel. Fotografía: John Schwartzman. Música: Carter Burwell. Edición: Robert Frazen. Duración: 115 minutos.