George Lucas y luego Steven Spielberg lograron convertir a Harrison Ford no en uno, sino en dos íconos de la cultura pop: Indiana Jones y Han Solo. Para eso fue imprescindible la participación de Lawrence Kasdan, quien justamente debutó como guionista en 1980 con la imbatible "El Imperio contrataca" casi inmediatamente Kasdan se ocuparía de escribir "Los cazadores del Arca Perdida", convirtiendo a Ford en Indiana Jones. La misión imposible de armar una precuela no conectada a las trilogías previas de la franquicia sólo es posible gracias al guión de Kasdan, O mejor dicho, de los dos Kasdans, dado que Lawrence co-escribe junto a su hijo Jonathan, quien desde su infancia actuó en films de su padre como "Silverado".
La mención a esa película que revivió el western no está de más: los Kasdan concibieron esta "Historia de Star Wars" más como una irónica mezcla de western y film noir que como una auténtica historia biográfica destinada a explicar el no muy interesante pasado difícil que terminó depositando a Han Solo al lado del peludo Chewbaka en su famosa nave espacial. Casi percibiendo que el joven Solo Alden Ehrenreich- jamás podráa ser tomado en serio por nadie que recuerde a Harrison Ford; los guionistas enfocaron la Fuerza en las malas influencias, por ejemplo, de Woody Harrelson que parece salido de un western de Aldrich al estilo "Veracruz"- o Paul Bettany, casi una réplica del Kirk Douglas del policial negro "Out of the past" de Jacques Tourneur.
En este sentido, la femme fatal Emilia Clarke ("Games of Thrones") casi apenas supera el nivel del Solo Ehrenreich. En cambio, el joven ladino Lando Carlissian, encarnado por Donald Glover, se roba cada escena, casi al nivel que su antecesor Billy Dee Williams (otra vez de "El Imperio contraataca"). SI bien "Han Solo" no es del todo pareja, Ron Howard logra muchas escenas memorables, empezando por un impresionante robo a un tren y un enfrentamiento contra una especie de monstruo lovecraftiano.