El nuevo spin off de la franquicia Star Wars, "Han Solo", se favorece de tener entre sus firmas nombres pertenecientes al más clásico Hollywood de los blockbusters. ¿Cuánta agua corrió desde que se anunció la venta de Lucasfilm, y por consiguiente su franquicia principalísima "Star Wars", a manos de Disney? Desde el estreno de Episodio VII en 2015, transcurrieron tres films y otros productos como series animadas que ampliaron este inagotable universo.
Las dudas sobre qué haría el emporio del ratón con la saga creada por George Lucas se han ido disipando y algo va quedando claro, Disney busca lucrar, como cualquier empresa, y "Star Wars" es una mina de oro.
Lucas también buscó lucrar desde el principio, pero por lo menos es el padre de la criatura. Habiendo asumido esto sin falsos romanticismos, hay que decir que el Disney de "Star Wars" ha tenido altas y – por lo menos para quien escribe la primera – baja. A cómo serían los nuevos episodios, se le sumó la “controversia” de los spin off. "Rogue One" funcionó muy bien, con una épica increíble, mucho dramatismo, y probablemente la mejor escena de Darth Vader desde "El Imperio contraataca".
Pero "Han Solo" es otra cosa. Ya no se trataba de la historia de los mártires que inauguraron la primera rebelión contra el Imperio, sino la historia del humano con más carisma de toda la galaxia, el (¿anti?) héroe de chicos y chicas; para colmo, muy identificado con un actor.
Por suerte, "Han Solo" es bien diferente a "Rogue One". Para dejarlo en claro antes de explayarme, si "Rogue One" fue "El Imperio Contraataca" del Siglo XXI, Han solo es "El regreso del Jedi" de la misma generación. En las otras experiencias Disney de "Star Wars", el espectador ya más o menos sabía qué iban a contar. Era ir a ver en pantalla aquello que ya nos habíamos imaginado. "Han Solo" presenta ese nuevo desafío, salvo que uno sea muy lector y espectador televisivo del universo expandido de "Star Wars", Han Solo era un enigma de historia a descubrir alrededor de un par de personajes conocidos.
Así, plagada de desafíos transcurre esta nueva experiencia de la franquicia. Primera parada, su historia es bien sencilla. Olvídense de las complejidades de películas anteriores de "Star Wars".
"Han Solo" es entretenimiento, y todo lo que se cuenta está al servicio de ese fin. Más bien conviene verla, disfrutarla. Este Han Solo de Alden Ehrenreich (otro gran interrogante) es una mezcla de Harrison Ford con aportes propios. Sí, tiene cosas lógicas del Han de Harrison Ford, hasta le hicieron la misma hendidura en el mentón para que pueda imitar sus gestos. Pero Ehrenreich también hace suyo al personaje, le aporta un carisma propio, y cierto andar particular, no es una simple copia del original.
Es más, hasta por la aventura que vive, este Han Solo no solo recuerda a ese Harrison Ford, sino al de Indiana Jones. Estamos más que nunca frente a un cazador de tesoros y básicamente de eso se trata la nueva película. Ubicada antes de la trilogía original y de "Rogue One" (hay un datito que nos dirá justo dónde se ubica en la línea de tiempo, pero si buscan que se los diga, no, sólo genero expectativa).
A la aventura de Han Solo se le sumará un nuevo compañero, Beckett (Woody Harrelson, un actor que merecía su lugar en esta saga) con casi tanto carisma como Solo, unidos por la desgracia. Mediante la búsqueda y rescate de una codiciada fuente de energía, se irán presentando distintos acontecimientos que todos queríamos ver desde que vimos "Star Wars" por primera vez.
Al encuentro de Han con Chewbacca (mejor que nunca) y su unión en dúo indisoluble; el otro encuentro con Lando Carlissian (Donald Glover, algo más atado a los convencionalismos pre escritos de su personaje blaxpoitation), y la conquista del Halcón Milenario.
También conoceremos a su primer gran amor pre Leia, la carismática (sí, acá el carisma abunda) Qi’ra (Emilia “sonrisa indestructible” Clarke), y el nuevo androide con personalidad, hazte a un lado BB8, amen a L3-37. También tendremos a un villano, Dryden Vos (Paul Bettany), que no será de mayor importancia en la historia global, pero acá cumple su función dentro de una historia en la que el foco no es el destino sino el viaje.
¿Cuál es el mayor acierto de "Han Solo"? Contar entre sus filas con gente de la mejor época del Blockbuster hollywoodense. Luego de la experiencia Rian Johnson en Episodio VIII, que parecía haber encarado la película sin haber visto las anteriores, Han Solo pisa sobre seguro. Son conocidas las dificultades que tuvo su realización por cambio de director y guionistas. Haber optado por Ron Howard y Lawrence Kasdan (que conoce "Star Wars" casi tanto como George Lucas) junto a su hijo Jonathan, le aseguraron a "Han Solo" un ritmo de aventura clásica que la hace deliciosa.
"Han Solo" posee un ritmo trepidante, emocionante, vigoroso, pero no abruma. Mantiene un primer tramo más lento, algo oscuro, para luego arrancar a todo ritmo, y se toma su tiempo para descansar y que conozcamos más de los personajes. Su poco más de dos horas, pasan volando y dejan deseos de más. No hay ni un montaje vertiginoso, ni humor canchero de referencias pop.
Sí mucho humor, efectivo, del bueno, de ese que nos hace acordar a los buenos films de aventuras ¿Alguien dijo "Flash Gordon"? Su diseño de arte y vestuario, y lo colorido de su fotografía es otro de los puntos más altos. Simplemente maravilla. Han Solo se ve con los ojos de chico, invita a aplaudir, a reír, y a saltar de la butaca. Todo lo que nos despertó "Star Wars" alguna vez.
Afortunadamente puede ser disfrutada tanto por fans como por recién llegados. Dejando atrás, la debatible "El último Jedi", "Han Solo" nos demuestra que "Star Wars" es material de aventura inagotable y variada. Una propuesta así, que nos recuerde por qué el cine es un gran espectáculo, es justo lo que esta franquicia estaba necesitando.